Desde Galicia

Mi paso por el Banco Central de la República Dominicana

Por: Doris Sánchez
La autora es abogada
dfannysm@hotmail.com

Me Casé en San Juan y marché a vivir a la Capital donde luego de tener dos hijos me divorcié, volví a casa de mis padres donde les dejé para volver a la capital a trabajar y buscar una mejor vida para mí y para ellos. La separación fue muy dolorosa y cada fin de semana viajaba en minibús a pasar esas poquitas horas con ellos, me partía el alma dejarles siempre llorando por mi partida pero eso no sería para siempre, algo tendría que cambiar nuestra vida.

Un día vi un anuncio muy grande que aparecía en un reconocido periódico en el que se buscaba Secretaria para la Gerencia en una prestigiosa empresa, no decía el nombre solo aparecía un Apartado de Correos para que enviaramos el currículum, me llamaron y acudí a la dirección que me dieron , al llegar no me lo podía creer, era el edificio más grande que jamás ví en toda mi vida, era el "Banco Central de la República Dominicana", recuerdo que al mirar hacia arriba sufrí una sensación de mareo confortable y me dije a mí misma, es aquí donde quiero trabajar.

Era un concurso público, un experimento que hacía la entidad para someterse a un nuevo procedimiento de clasificación par admitir nuevos empleados, junto a muchas personas más me sometí a todo tipo de pruebas de ortografía, redacción, rapidéz en el teclado, matemáticas, entrevistas personales con ejecutivos y sicólogos del Banco.

En primer plano, la autora, detrás el edificio que ocupa El Banco Central. Foto hecha durante su reciente visita al país.

Pasaron unos agobiantes 5 meses hasta que un día recibí una carta en la que me notificaban que había sido admitida y que empezaría a trabajar próximamente, para mí ha sido uno de los momentos más emocionantes de mi vida, lo logré y estaba felíz y muy orgullosa de haberlo conseguido y en un concurso público. Por otra vía no iba a poder ser pues no conocía a nadie en esa entidad descentralizada.

Con el tiempo me fuí enterando de lo que era el Banco Central, de su gran importancia en la economía nacional e internacional, sobre todo el privilegio enorme que significaba trabajar en él, buenos sueldos, beneficios entre los que recuerdo préstamos personales, hipotecarios, revisión salarial cada año, seguro médico muy bueno, de vida, subsidios para medicamentos, capacitación para empleados e hijos, pensiones por viudedad, entre otros.

Cuando menos lo esperaba me llamaban de caja para que pasara a recoger un pago por diferentes conceptos, cumpleaños, aumento de salario o reajuste salarial. A nuestros hijos les daban becas universitarias, pagan el colegio todo el año, nos regalaban uniformes, recuerdo con cariño como cambiaron mi vida, gracias a ellos pude comprar mi apartamento con un préstamo, luego otro para reformarlo, el Club del Banco fantástico, deportes para todos, cuanto baílé en su salón, festejos por todo, día de las madres, de los padres, pensionados, día de las secretarias, campamentos de verano para nuestros hijos, hasta gané el primer lugar en el concurso individual de disfraces en el carnaval, recuerdos inolvidables.

Doce (12) años de mi vida y la vida de mis hijos agradeciendo a Dios ese hermoso regalo, cambió nuestras vidas, organizamos todo estuvimos juntos como una família, cada día yo era más felíz, ver a mis hijos estudiando yo trabajando y capacitándome también sinceramente fueron años de mucha felicidad, pasé por varios departamentos pero dentro del banco, pero no hay felicidad completa, en la vida vienen cambios que a veces son muy bruscos pero nada, los tenemos que aceptar.

El Banco Central era aparte de toda influencia política, PRESUNTAMENTE no interfería para nada al contrario estaba prohibido hacer campaña política y a nadie aparentemente le interesaba tu inclinación partidaria.

Todo cambia y llega el momento que empleados son enviados a trabajar en mesas electorales, algunos no fueron y fueron cancelados, recuerdo bien que en un momento hasta se avisó discretamente que el que no acuda a votar sufriría consecuencias. En un tiempo hasta se obligó a empleados a ir a campañas políticas, usando incluso vehículos del Banco, camionetas y otros, la política ya estaba dentro y a las claras, nada de ocultar.

Se llegó a hacer afiches y banderas dentro de la misma imprenta del Banco para fines políticos.

La cosa fue a más y llegó un momento que se cancelaba gente porque fuera delatado como simpatizante del partido de la oposición, entró gente política, nombramientos a dedo, família de... esposa de... cuñado de .. hermana de...., sobrina de...., vecina de........ amante de......, pero yo nunca olvidé que fuí nombrada ahí por un concurso público, eso no lo voy a olvidar nunca. No se podía hablar y menos con los que llegaban nuevos, todos temíamos meter la pata. Te colocaban gentes por encima con menos capacidad que la tuya, se vieron casos muy raros pero había que aguantar.

LLegó el tiempo de Hipólito Mejía, la presión por meter a su gente en la institución hizo que se preparara un listado de gente del PLD para echarlos a la calle como se hacía en todas las entidades gubernamentales, y el Banco Central no lo era, pero a ellos les daba igual. Muchas lagrimas en los pasillos, cientos de cancelaciones, era algo imparable, entraba tanta gente como gente salía, tirados a la calle como si fueran perros callejeros, gentes con tantos años casi a punto de ser jubilados, no les importaba nada más que dejar espacio para que entre su gente.

Un día llegó un sobre a mi escritorio, lo raro fue que ese día mi jefe y mis tres compañeras de oficina casualmente tenían compromisos por uno u otro motivo fuera de mi entorno. Ese sobre traía dentro lo que cambiaría mi vida, era MI CANCELACION.

Como en las esquelas mortuorias 1988-2000 permanencia de mi sueño, aún recuerdo mi código de empleada 88240. Fueron implacables conmigo, no les importó que sólo me faltaban dos años para que yo podiera pedir mi jubilación por años acumulados, ni mi condición de madre soltera, ni el préstamo hipotecario que yo estaba pagando, con dos hijos en la universidad y yo estudiando derecho, ni la manera que llegué a la Institución.

Pienso que si revisaron mi récord laboral debieron enterarse no?. Según me enteré se me canceló porque se supo que yo era prima de DANILO MEDINA persona que ciertamente era hijo de una prima de mi padre ya fallecido Reynaldo Sánchez, pero al que yo no conocía, tampoco él a mí. Recuerdo que le visité en su oficina de la Lincoln previa cita claro está, me dijo que había que esperar, que estaban cancelando a todos los del PLD ( pero es que yo ni era de ese partido, no me gusta la política).

Quiero resaltar que luego que el PLD volvió al poder hice muchos intentos de verme con Danilo Medina a ver si me conseguía reponer en mi puesto, pero nunca lo conseguí. Hace muy poco le envié un mensaje por facebook y ni me respondió, le recordaba quien era y le informaba que ya no le necesito, gran satisfacción para mí.

Por otro lado mis hijos son hijos de Julio Mazara, hermano del difunto Orlando Mazara, Primos de Guido Gómez Mazara y sobrinos de Mireya Mazara, personas reconocidas en el PRD, pero de nada valió no me repusieron y quedé fuera. Caí en una depresión, ni mis hijos me veían ya con la admiración de antes, a diario me preguntaba porqué y porqué y como siempre los años me dieron la respuesta.

Al Banco Central agradezco la carrera Universitaria de uno de mis hijos al que concedieron una beca, los estudios primario de ambos hijos, todos los cursos que me costearon con mi sola presencia, es mucho lo que tengo que agradecer pero pudo haber sido más, hoy pude haber sido una jubilada más.

Estoy en España gracias a esa cancelación, soy Española y encima todos mis años trabajados en organísmos del Estado Dominicano me están siendo convalidados para mi próxima jubilación encima en EUROS.

He estado recientemente en República Dominicana y he vuelto a colocarme delante de ese enorme edificio, igual lo hice una vez en el año 1987, y les juro por Dios que no lo ví ni tan alto ni tan apetecible, la sensación que sentí fue de indiferencia total, confirmé que solo recuerdo lo bueno, lo felíz que me hicieron, lo doloroso ya no está en mi corazón, ya ni me interesa saber quién fue el culpable de mi salida, ya no me interesa, cometieron una injusticia conmigo igual hicieron con miles de empleados más.

Ya todo es diferente, las condiciones laborales hasta el libre tránsito está bloqueado, los empleados con no tantos beneficios, y sigue entrando mucha gente a dedo, el prestigio ya no es el mismo, y yo estoy muy lejos de todo aquello que una vez perturbó mi paz y me hizo derramar tantas lagrimas.

Esta es una buena razón para manifestarme siempre en contra de la política porque tristemente en la política no siempre se reconocen los méritos académicos de las personas, ser buen político tiene más peso que los títulos y tu coeficiente intelectual.

Hay muchas injusticias y yo no las comparto, por eso prefiero seguir estudiando y mantenerme lo más alejada posible, gracias a Dios en España la cosa es diferente, gane quien gane tu trabajo no peligra, aquí se ganan los puestos por oposiciones, o sea por concurso y no es fácil quitarte menos para enganchar a otro, todo es el resultado de unos estudios y de plazas que se ganan por esfuerzos, no por enllavismos, entiendo porqué a los Españoles ni les interesa ir a las urnas, para nada es un vacío enorme.

El ser humano debe estar preparado para lo bueno y lo malo, cometemos el error de pensar que todo debe durar para siempre, claro cuando es algo bueno, de lo malo queremos salir corriendo, la vida es eso y hay que mirar hacia adelante, otros tienen problemas de salud, pierden a un ser querido, cambian de país, sufrimos, lloramos y reimos pero si no existieran esos recuerdos no tendríamos nada qué contar, entonces sí que la vida sería aburrida. Me quedo con lo bueno, con esos compañeros de trabajos que al día de hoy son mis amigos, con los que mantengo contacto permanente y con mi vida.
dfsm.-