Más del caso paya

Ejecutado en Paya había ofrecido RD$100 millones
Marcos Fajardo explicó como guardaron droga en su casa
SANTO DOMINGO. El colombiano Darío José Atencio Vargas (El Don) habría ofrecido RD$100 millones "para dejar las cosas así", en el trayecto de la residencia que compró en el municipio Paya hasta el paraje Ojo de Agua, en Peravia, donde fue ejecutado junto a otros seis compatriotas.

Así lo declaró el ex capitán de la Marina de Guerra, Edward Mayobanex Rodríguez Montero al procurador General de la República, Radhamés Jiménez Peña, al asesor del Poder Ejecutivo en asuntos de Narcotráfico, Marino Vinicio Castillo, y al procurador general adjunto, Bolívar Sánchez.

Sánchez compareció co-mo testigo al juicio en contra de los 22 implicados en la matanza, que se conoce en el Tercer Tribunal Colegiado de la Cámara Penal del Juzgado de Primera Instancia del Distrito Nacional.

Reveló que Rodríguez Montero solicitó conversar con ellos, sin la presencia de oficiales policiales, porque supuestamente uno le manifestó: "Uno de éstos es que te va a matar".

También que José Luis Montás (El Duro Motors), quien supuestamente le organizó el viaje para que escapara, lo llamaba insistentemente por teléfono para advertirle que no se dejara agarrar porque era una pieza clave en el caso.

Detalló que se esperaba un cargamento de 1,300 kilos de cocaína que venía desde Colombia, vía Venezuela.

Explicó que Luis Lara Martínez, quien alegadamente le adeudaba a "El Don" US$1 millón y éste optaba por ejecutar a quienes tenían altas deudas con él, entregó cinco fusiles engrasados para la ejecución, que "El Duro Motors" supuestamente encabezó con la primera ráfaga. Luego le siguió Jorge Luis Chalas con los disparos mortales.

Sánchez dijo que Rodríguez Montero en un inicio decidió declarar para cooperar y negociar con las autoridades, con la condición de que fueran protegidos sus hijos y su integridad física, pero, finalmente, eligió no cooperar.

Según el testimonio, los colombianos pensaron que lo habían arrestado agentes antinarcóticos, ya que tenían uniformes e insignias de la DNCD.De Federico Méndez Redactor Senior