El Porvenir de San Juan

Nicole Lara Martín

Por: Alejandro María
El autor es abogado y político
alejandro_maria1@hotmail.com

El porvenir de San Juan está en los jóvenes que simboliza la niña que ganó el concurso Nacional de Ortografía y de los padres que como los suyos están dedicados a sus hijos.

Si meritoria es la labor de la niña, mayor aún es el mérito de sus padres, porque es indudable que con progenitores que cumplan con su deber es posible tener jóvenes que sigan su ejemplo.

Nicole Lara Martín (Foto tomada en Facebook)
Es una excepción aquellos niños que son jóvenes dedicados al trabajo, estudio y sana diversión, si sus padres han dejado a la brigandina su educación y cuidado. Es el esfuerzo de los padres lo que marca la diferencia.

Las edificaciones de San Juan nos hablan de sus épocas de mayor esplendor. Primero, el empuje proporcionado por los inmigrantes que se dedicaron a la agricultura, al comercio y a dar ejemplo de desarrollo social entre 1930 -1960; la segunda etapa protagonizada por los hijos de esos inmigrantes, los cuales al graduarse se quedaron en la capital o en el extranjero, jóvenes brillantes…pero fuera, víctimas de nuestro sistema educativo que enseña para emigrar; la tercera se inicia con la implementación del Plan de Reforma que llevó a sus profesores a devengar sueldos más altos que los de un diputado (Bien merecidos) y la construcción de las presas de Sabana Yegua y Sabaneta y finalmente los jóvenes que acudieron a hacer una profesión a la UCE y que en la actualidad son la clase media de la provincia.

Hoy, San Juan vive de las remesas y de las esperanzas sembradas por el Senador.

Las remesas son dañinas desde su origen. Primero, son a costa de los más hermoso de nuestra juventud femenina, que al enviar el producto de su holocausto, de su suicidio está produciendo hombres expertos en esperar cada mes dedicado a jugar lo que sea, a trasladarse de arriba para abajo en un motocicleta o yipeta a alta velocidad, exhibir su pistola y su ropa de marca. Lo único que queda son hermosos palacios al estilo europeo que en el peor de los casos no llegan a habitarlos sus dueñas.

Las plazas y parques están llenas de jóvenes de edad bebeexhibidores propicios para el próximo escándalo, con la música a todo volumen que impiden el descanso reparador de los que aún trabajan.

No obstante los ejemplos de Nicole y sus padres Moisés y Vilma son un estímulo para los que abandonaron la esperanza. Así como ellos, decenas de padres trabajan cada día para que sus hijos sean adultos servidores y felices..

Emé, mi hija, al anunciarme con alborozo el triunfo de Nicole me dijo “Esa es mi megadiva. La megdiva de la inteligencia, el esfuerzo y el trabajo”.

Si al senador se le olvidan sus promesas, y más aún, aunque no las olvide, este debe ser el inicio del renacer de San Juan. Un renacer en base a los padres responsables e hijos que responden.

Hijos que no tengan necesidad de emigrar, que no se desperdicien, que trabajen para el bien de todos, el bien común y aprendan a ser felices allí donde Dios los plantó: San Juan.