Por: Mauricio Garita *Carlos Slim y Bill Gates simbolos de los billonarios de la era de la globalización con protagonismo de las telecomunciaciones, las nuevas tecnologías y los mercados emergentes.
En 1990, la revista Fortune publicó su tradicional ranking de los hombres más ricos del mundo. La lista de billonarios la encabezaba el sultán Haji Hassanal, con una fortuna de US$25 billones cimentada en los negocios de petróleo y gas natural.
También protagonizaban el ranking el rey Fahd Bin Abdul-Aziz con una fortuna de US$18 billones derivada, como su predecesor, de negocios de petróleo y gas natural y Forrest Mars, el creador de los chocolates M&M con una fortuna de US$12,5 billones construida a partir de productos de consumo.
En el viejo listado de Fortune había espacio para la realeza. La reina Elizabeth II, cuya fortuna ascendía a US$11,7 billones, destacaba en el reporte de la prestigiosa publicación de negocios, muy cerca de Samuel Newhouse, dueño de compañías de publicidad y radiodifusión, cuya fortuna era de US$11,5 billones.
Diez años después, el mapa de los billonarios de Fortune cambiaría radicalmente. En el 2000, el ranking era liderado por Lawrence Ellison, de Oracle, cuyo patrimonio había crecido en un año de US$9,5 billones a US$47 billones.
El siguiente en la lista era Masoyashi Son, con una fortuna de US$19 billones derivada de negocios de Internet y de su compañía Softbank. El tercer billonario era Bernard Arnault con una fortuna de US$13 billones y dueño de la compañía LMVH, poseedora de las marcas Givenchy, Dior y Kenzo.
En el Top 5 del ranking de millonarios de Fortune de principios del nuevo siglo el penúltimo billonario era Silvio Berlusconi, actual primer ministro de Italia y emprendedor de medios de comunicación con una fortuna de US$13 billones. Finalmente, el quinto en la lista era Ernesto Bartelli dueño del grupo Serono, una compañía farmacéutica cuya riqueza era de US$9 billones.
Este 2010 Fortune publicó su listado, encabezado por un empresario latinoamericano. El líder, con una fortuna de US$53,5 billones es el mexicano Carlos Slim, impulsado por las telecomunicaciones. El segundo hombre más rico del mundo es el fundador de Microsoft, Bill Gates, con una fortuna de US$53 billones.
El tercer billonario en la lista Fortune 2010 es Warren Buffet, con una fortuna equivalente a $43 billones y quien ha creado su riqueza a través de inversiones. La última incursión de Buffet fue la compra de Cadbury por Kraft, empresa de la cual es el mayor accionista. La operación dio paso al nacimiento de la fábrica de golosinas más grande del mundo.
El cuarto billonario de Fortune este año es Mukesh Ambani, dueño de petroquímicos, petróleo y gas natural cuya fortuna es de US$29 billones y finalmente Lakshmi Mittal con US$28.7 billones, con base en el acero.
Fortunas cambiantes
¿Qué muestra la evolución en las listas de Fortune? A partir de la globalización y el boom de la tecnología, los productos que aportan las mayores fortunas del planeta han cambiado.
En 1990 la lista era liderada por el petróleo, en el 2000 lo era por la tecnología e Internet y en el 2010 es encabezada por la telecomunicación y la tecnología.
De igual manera, el mapa de los billonarios ha cambiado. En 1990 las mayores fortunas se originaban en países árabes y Estados Unidos, en el 2000 la lista de los hombres más ricos se concentró en Europa, Japón y Estados Unidos. Finalmente en el 2010 se impulsan dos economías emergentes (México e India) en el top de billonarios.
El monto de las fortunas individuales de los hombres más acaudalados del globo también tiende a dispararse con los años. En 1990 la mayor era de US$25 billones, en el 2000 el hombre más rico poseía un patrimonio de US$47 billones. En el 2010, Carlos Slim se colocó en la cima del ranking con una fortuna valuada en US$53.5 billones.
Las grandes preguntas rumbo al ranking 2020 de Fortune son: ¿cuáles productos serán los que generen mayores fortunas?, ¿en qué países se concentrarán los millonarios del planeta? y, ¿a cuánto ascenderá la fortuna de los billonarios?
Globalización y riqueza
Charles Hill, catedrático de la Universidad de Washington, quien recibió su doctorado del Instituto de Ciencia y Tecnología de la Universidad de Manchester (Umist por sus siglas en inglés) definió la globalización como “la integración de las instalaciones de producción en diferentes países, bajo la propiedad de multinacionales y la integración de productos y mercados financieros que facilitaron la liberación”.
El autor de International Business dividió la globalización en cuatro etapas principales: la primera comienza en 1830 y llega a su punto cúspide en 1880 ayudada por el ferrocarril y el transporte a través de los océanos, que dan como resultado la formación de la industria y las compañías de comercio.
La segunda se inició en 1900 y su punto más alto se destaca en 1920, cuando dos productos lideraron el crecimiento mundial (electricidad y acero). En ese periodo empiezan las multinacionales.
La tercera etapa, caracterizada por la finalización de la Segunda Guerra Mundial, el Plan Marshall, los acuerdos GATT y la reducción de barreras de comercio comenzó en 1948 y llegó a su cima en 1970.
La cuarta es la actual, que da comienzo en 1980 y se desarrolla a plenitud en 1997 por medio de Internet y otras tecnologías; se caracteriza por la rápida liberación de los mercados emergentes.
La etapa actual de la globalización debe ser analizada a través de los productos que lideraron su crecimiento y que hoy dominan el mundo en marcas y personajes millonarios relacionados con ellos: telefonía móvil, Internet y computadoras.
La revolución móvil
No es casual que Carlos Slim, el hombre más rico del planeta, haya cimentado su imperio sobre la base de la telefonía.
Es que el de las comunicaciones es un mercado inmenso. Tanto que hoy cubre a la mitad de los habitantes de la Tierra.
El tamaño de la telefonía lo describió Hamadoun Touré, secretario general de International Telecom Union en el 2008, durante la conferencia de los Objetivos del Milenio de las Naciones Unidas: “El hecho de que cuatro billones de suscriptores hayan sido registrados mundialmente, indica que es factible para la tecnología conectar al mundo a los beneficios de la información y la telecomunicación.” En el 2008, cuatro billones era la mitad de la población mundial.
Martin Cooper, conocido como el padre de la telefonía móvil o celular, inventó el primer radioteléfono en 1973 mientras trabajaba para Motorola, innovación que no se desarrolló como producto comercial sino hasta 1979, especialmente en Japón.
La telefonía debe analizarse a través de generaciones más que en años, dada la evolución de los aparatos.
La primera etapa fue conocida como 1G (first generation o primera generación). Se caracterizaba por teléfonos análogos utilizados únicamente para llamadas de voz y cuyas señales eran transmitidas por frecuencia modulada.
La segunda etapa, la 2G (second generation), fue cuando se desarrollaron el primer teléfono móvil digital y los mensajes de texto cortos (SMS). Entre la segunda etapa existió una intermedia, la 2.5G, que introdujo el Internet, lo que facilitó el acceso al correo electrónico desde el teléfono.
La tercera, 3G, es la actual en la mayoría de los países y se caracteriza por una mejora significativa de los servicios anteriores. Su signo es la velocidad.
La fase 4G será totalmente en IP (Internet protocol). Ofrecerá velocidades de 100 Mbps (megabits por segundo) en movimiento y 1Gbps (gigabyte por segundo) en reposo.
Computación e Internet: fuentes de riqueza
El 2000 comienza con Bill Gates, otro de los protagonistas del ranking de billonarios de Fortune, cediendo su título de CEO de Microsoft a Steve Balmer. El 13 de junio del mismo año, se lanza Windows 2000.
Entre los años 2004 y 2007 Google lanza Gmail, nace Youtube, se lanzan Microsoft XP, Apple anuncia que se cambiará a procesadores de Intel, Intel lanza el procesador Core2 Duo Processor, MySpace registra 106 millones de usuarios y Skype anuncia que 100 millones de usuarios utilizan su producto.
Finalmente en el 2007 se lanza el iPhone, Google pone en venta su producto Android, la telefonía se une a Internet y la tecnología completamente.
Después de analizar a los billonarios, los productos y los países de los cuales son originarios, se puede concluir con certeza que la globalización ha cambiado al mundo y la forma en la que se realizan los negocios.
La globalización ha pasado de ser una preocupación a ser una opción de desarrollo y oportunidades. Han cambiado la comunicación, la forma de realizar negocios, la manera en que percibimos la cultura y la rapidez con la que se maneja la información.
*Mauricio Garita es asesor económico de empresas en Guatemala, catedrático de macroeconomía, planeación estratégica y análisis económico global (maestría) de la Universidad Rafael Landvar.


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