martes, 6 de julio de 2010

Gobierno emplaza Jefe de Policia

Debe cesar la agresión contra ciudadanos que no se detienen cuando lo mandan a parar
Policia ha cometido dos homicidos y agentes destrozaron pierna de locutor

El gobierno emplazó este martes al jefe de la Policía a detener o revocar las órdenes de disparar contra ciudadanos que no se detengan cuando les sea ordenado por sus agentes, tras considerar que la acción crea mayor desconfianza en la población sobre el rol que corresponde a la llamada institución del orden público.

El ministro de la Presidencia, César Pina Toribio, insistió en que la acción no se corresponde con los lineamientos y la forma de actuar del Gobierno, porque vulnera principios esenciales y va en contra de los avances democráticos que ha logrado el país y el presente Gobierno.

La reacción de Pina Toribio responde a las últimas muertes violentas en que se han visto envueltos agentes policiales que patrullan las calles de la Capital, de la provincia de Santo Domingo y los pueblos del interior.

Uno de dos supuestos delincuentes muertos en un intercambio de disparos ocurrido en Santiago, habría sido rematado por uno de los agentes policiales, de acuerdo al testimonio de personas que presenciaron el hecho.

Sin embargo, Pina Toribio reaccionó molesto con la noticia de que el locutor Elvin Gutiérrez, de 26 años, fue herido de balas en una de sus piernas por una patrulla que lo mandó detener en un lugar oscuro en la avenida Mirador del Yaque de Santiago.

Pina Toribio considera que ese tipo de medidas lejos de constituir un instrumento contra la delincuencia lo que hace es impacientar a la población, y consideró que la muerte del joven universitario Abraham Ramos Morel, asesinado por una patrulla de un balazo en la nuca en el ensanche Luperón debió servir de reflexión a la Policía para que no se repitiera lo del locutor de Santiago.

El estudiante de término de la Facultad de Derecho de la Universidad Autónoma de Santo Domingo fue muerto en la madrugada del domingo de un balazo en la nuca porque no detuvo su automóvil en una zona oscura donde le hicieron una señal de alto.

Ramos Morel cumplía 23 años y tras celebrarlo en su residencia de la calle Nicolás de Ovando 168, del Ensanche Luperón, pidió a su padre Silvestre Ramos que lo acompañara a comprar un sandwich en una cafetería cercana, pero al retornar del negocio no obedeció la orden de pararse en una zona oscura, siendo alcanzado en la nuca por un disparo.

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