Busca esa imagen en tu mente: alguien sentado a la luz de una vela, con una gran pluma de ganso en su mano, escribiendo una carta de amor. Existen pocas escenas más románticas...
Querido…
Las cartas manuscritas pueden ser una gran prueba de amor o la mejor forma para que la persona querida lo perdone por haber cometido algún error. Es una manera cálida de comunicarse y una carta es algo que siempre nos da placer recibir aunque estemos enojados con esa persona.
Antes que nada debe saber por qué está escribiendo la carta. Si es para decir ´te amo´, escriba esas dos palabras al inicio. Lo mismo sucede si se quiere pedir perdón. De esta manera quien lo lea sabrá a qué atenerse. Es algo molesto tener que leer diez líneas para saber a qué se está refiriendo.
Aunque es recomendable que sean cortas, todas las cartas tienen que mencionar lo mucho que se quiere a esa persona. El humor es una buena herramienta en muchos casos pero en las cartas, si no se sabe cómo utilizarlo, puede parecer de mal gusto.
Al decir que ama a esa persona, mencione el por qué de su amor y agregue algún detalle de un gesto o algo que esa persona haga habitualmente. Puede ser la forma de sonreír o de cómo dispone la comida en la mesa. Fijarse en los detalles siempre es símbolo de interés y cariño.
Busque un papel especial, no escriba sobre cualquier hoja que haya encontrado en el camino. Tal vez, pueda buscar una servilleta de su restaurante preferido o de algún lugar que signifique algo para los dos.
Debe ser siempre manuscrita, no vaya a hacerlo con la computadora o máquina de escribir, le quitaría calidez.
Primero escriba un borrador, así evitará errores y sabrá qué es exactamente lo que quiere decir. Cuando termine de escribirla, agregue hora, fecha y lugar. Esto permitirá a quien la lea que lo imagine sentado a la mesa con la lapicera en la mano.
No se la entregue en persona, deje que la descubra en su bolso o en el auto o cualquier lugar donde usted sepa que la va a encontrar. Ganará una sonrisa antes de que siquiera la abra.
Tal vez pueda dejar un pequeño regalo dentro. Cualquier cosa que elija con cariño y que entre dentro del sobre servirá, incluso una golosina. Si quiere algo más sofisticado y personal, puede comprar una flor y dejarla secar entre las hojas de un libro. Luego de algunos días tendrá un bello regalo.
Yo prefiero Internet
¿Por qué manuscrita?, se preguntará, si el correo electrónico es una gran forma de comunicarse.
Sí, es cierto, es un gran medio para decir te amo. Pero en una carta manuscrita, donde uno puede sentir olores y texturas y que puede guardarse en un cajón, en un libro o en la billetera, caben muchos más sentimientos que en todos los mensajes que usted pueda enviar a través de Internet.
Porque existen sensaciones que sólo pueden transmitirse en forma física, imposibles de convertir en ceros y unos.
sábado, 31 de julio de 2010
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