martes, 1 de junio de 2010

Libro de Oscar López Reyes

Plantean teoría de que Narcisazo se suicidó

Acto. De izquierda a derecha, Aurelio Henríquez, Juan D. Balcácer, Rafael Pérez Modesto, Oscar López Reyes, Miguel Franjul, Alejandro Moscoso y Sandra Vargas (viuda del periodista Juan Andújar) durante la puesta en circulación del libro “Crímenes contra la prensa”.

Santo Domingo.-Un libro puesto a circular anoche por el periodista Oscar López Reyes plantea la teoría de que el desaparecido profesor universitario Narciso González (Narcisazo) se suicidó porque habría sido víctima de sus frustraciones políticas, familiares, económicas y de salud.

La obra “Crímenes contra la prensa: atentados y censuras en República Dominicana 1844-2007”, refiere que Narcisazo tenía dos años agobiado por una depresión profunda y había confesado a amigos íntimos que “se mataría y que nunca lo encontrarían”.

“Para un suicidio moral, yo prefiero un suicidio físico”, plantea el autor que habría expresado Narcisazo a amigos íntimos a quienes confesó que se quitaría la vida. Y ante la pregunta que le hicieron sobre qué quería decir con eso, simplemente respondía: “Quitarme del medio”.
“En el torbellino del escamoteo comicial, matizaba que no estaría en condiciones de vivir un nuevo gobierno de Balaguer, y remachaba: “Balaguer, o yo” .”
Oscar López Reyes, página 598 de su libro

López Reyes considera que no se descarta que los padecimientos de salud y otros rompientes “empujaran a Narcisazo a deslizarse por el desértico peñasco de la inmolación”.

González desapareció en la mañana del 26 de mayo de 1994 y hasta el momento se ha manejado la teoría de que se trató de un crimen de Estado, debido a las duras críticas que lanzó contra el entonces presidente Joaquín Balaguer, y por sus cuestionamientos al proceso electoral en que el líder reformista logró la reelección.

Esa versión cobró mayor fuerza luego de que se difundiera un artículo suyo publicado en la revista “La Muralla”, en el cual sostenía que Balaguer “es lo más perverso que ha surgido en el continente americano en toda su historia”.

Sin embargo, López Reyes sostiene que la desaparición de González no tiene las características de un crimen de Estado, aunque ocurrió en un momento de crisis política.

Para sustentar esta apreciación, el autor señala que en los gobiernos encabezados por Balaguer desde 1986 hasta 1996, contrario al llamado período de los 12 años, los procedimientos represivos y autoritarios se redujeron a lo mínino.

“Las administraciones gubernamentales de Antonio Guzmán Fernández y Salvador Jorge Blanco, del Partido Revolucionario Dominicano (PRD), establecieron reglas democráticas que Balaguer tuvo que respetar. No hubo ningún asesinato selectivo porque ya no era factible”, expresa el comunicador social en la página 598 del libro que publica en dos voluminosos tomos.

López Reyes también refiere que ni el artículo publicado en “La Muralla” ni el discurso que pronunció Narcisazo en la UASD llamando a la desobediencia civil por el fraude electoral atribuido a Balaguer, tuvieron repercusión pública. ¿Cuántos profesores, estudiantes o empleados lo oyeron? y, ¿cuántos leyeron la referida revista?, pregunta el autor en su libro tras precisar que mayor repercusión y resonancia tuvieron las críticas que hicieron al proceso electoral los periodistas Juan Bolívar Díaz, Margarita Cordero, Radhamés Gómez Pepín y Huchi Lora, pero nadie atentó contra esos comunicadores.

Debilidades de versión
Sobre la versión de que Narcisazo fue torturado y llevado por diversas instituciones militares en condiciones deplorables luego de su presunto secuestro, el autor pregunta: “¿Cuántas personas vieron a Narcisazo en el mercadito de la Fuerza Aérea Dominicana, en la Secretaría de las Fuerzas Armadas, en el Palacio de la Policía Nacional o en el hospital de esas instituciones? ¿Dónde están para testificar? ¿Se cogió o no pifias en algunos de los 47 militares –entre ellos 7 generales activos y retirados– o entre los 15 civiles y un recluso interrogados por la Junta Mixta de las Fuerzas Armadas y la Policía Nacional, nombrada por el presidente Leonel Fernández?”.

El escritor y periodista plantea que la irresponsabilidad, el miedo y el antagonismo personal en el ámbito policíaco-militar, han impulsado la elaboración de informes engañosos y que han llegado hasta el Presidente de la República.

Considera que sería interesante conocer el contenido del manuscrito que Narcisazo dejó a sus hermanos Francia América González y Rafael González (Felo). “Entretejemos datos y escuchamos revelaciones íntimas, que no se expresan públicamente por temor y otras razones”, añade, por lo que recomienda “arañar en las interioridades caseras y hurgar alrededor de ella en la búsqueda de la verdad”.

Sostiene que las comisiones designadas para investigar el caso, con sus comportamientos y sesgos indagatorios, han escondido más la incógnita”

FECHAS RELEVANTES EN EL CASO NARCISAZO
1974 El 30 de abril de ese año insertó en la sección Buzón del periódico La Noticia una carta titulada “Amenaza”.

1994 En su edición de abril-mayo la revista “La Muralla” publica su artículo “10 razones que demuestran que Balaguer es lo más perverso que ha surgido en América Latina”.

1994 El 25 de mayo pronuncia un discurso en el Paraninfo de la Facultad de Ciencias Económicas de la UASD, donde acusa a Balaguer de cometer un fraude electoral y llama a la población a la desobediencia civil.

1994 El 26 de mayo en la mañana sale con rumbo al desaparecido Hipódromo Perla Antillana, pero nunca regresó a su casa.

1995 El 12 de junio su esposa Luz Altagracia Ramírez y sus hijos presentan una querella por ante la Fiscalía del Distrito Nacional, en la que acusan a altos oficiales activos y retirados de las FFAA y la Policía de ejecutar el secuestro, asesinato y desaparición de Narcisazo.

1997 El 10 de agosto el recluso José Ramón López Hidalgo confiesa que había secuestrado y asesinado al catedrático universitario por 500 pesos.

1997 El 13 de agosto una brigada de buzos rastrea en el río Haina, en busca de una osamenta que se presumía era de Narcisazo.

2007 La Procuraduría General de la República ofrece un millón de pesos a quien ofrezca datos sobre la desaparición de González.

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