A dominicanas no le gusta dar el seno
María Isabel Soldevila Brea
maria.soldevila@listindiario.com
Santo Domingo.-Patricia Cruz Cornelio está convencida de que ofrecer sus pechos sin restricción a su bebé le salvó la vida. Primeriza y llena de ilusiones, recibió el golpe de un diagnóstico atemorizante: su bebé padecía de laringomalacia, espasmos pilóricos, reflujo gastroesofágico y apnea del sueño. En otras palabras, no retenía alimento alguno y casi no podía dormir.
Patricia Cruz Cornelio no anda despistada. Según informes de Unicef y la Organización Mundial de la Salud (OMS) al menos seis millones de vidas de bebés se salvan gracias a la lactancia materna.
En nuestro país, el 95% de las madres da el seno alguna vez, pero apenas ocho de cada 100 llega a los seis meses sin incorporar otros alimentos, muy por debajo del promedio de la región, que es de 39%.
La lactancia es un asunto de Estado
En un círculo de sillas plásticas blancas, una veintena de madres, con el seno al aire, se desahoga.
Cada primer lunes de mes, las convoca un tema común: sus vicisitudes, sus triunfos, sus dudas ante la lactancia.
Pertenecen al capítulo dominicano de la Liga de la Leche, una organización internacional fundada en Chicago, Estados Unidos, en 1956 y de los pocos grupos de apoyo a las madres lactantes presentes en el país.
Yanet Olivares, con una muñeca en un brazo y un seno de tela en la mano contraria, trata de explicar a las primerizas de pezones agrietados cómo colocar correctamente a sus bebés para que puedan mamar sin hacerles daño.
El dolor constituye una de las causas para abandonar la lactancia, pero ni de cerca la más importante. Presiones familiares, desinformación, introducción de biberones, chupetes y otras sustancias como sueros por parte del personal de salud se suman al bombardeo de la industria de las fórmulas mal llamadas “maternizadas”.
El incumplimiento de la ley 8-95 que declara como prioridad nacional la promoción y fomento de la lactancia materna por parte de todos los sectores, incluido el laboral, ha hecho que la incidencia de lactancia exclusiva hasta los seis meses en el país sea una de las más bajas del mundo, apenas un 7.8% Savina Rey, ejecutiva de una empresa multinacional, ha luchado por lactar a su hija de cuatro meses y medio. “La introducción temprana del biberón, el empezar a trabajar a los tres meses es muy pronto, el stress del trabajo, el extraerte mientras estás lejos de tu bebé cada dos o tres horas...
es un nuevo estilo de vida en el que ¡tienes que quedar bien en todo!”. Aunque las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud, de Unicef y de las sociedades pediátricas de todo el mundo apuntan hacia la lactancia como la vía más sana para alimentar a los bebés, las madres entrevistadas coinciden en que figuras de autoridad o de importancia en sus vidas -madres, suegras, esposos, pediatras, ginecólogos, enfermeras y centros de saludincidieron en su decisión de “complementar” con fórmulas u otros alimentos.
“Al dar a luz no tenía ni idea de cómo lactar. Me entregaron a la bebé a las 10 horas y de una vez se pegó y yo vi el calostro, pero la beba pedía más y le dimos la fórmula que la misma clínica nos trajo con la beba a la habitación”, cuenta una madres que pidió reservas de su nombre.
La falta de información mina las posibilidades de dar el seno. Múltiples mitos en nuestra cultura hacen que se interrumpa temprano la lactancia, pero también datos que animan a hacerlo.
+01 Verdad: Quienes fueron amamantados suelen tener tensión arterial más baja, menos colesterol y menores tasas de sobrepeso, obesidad y diabetes de tipo 2 (OMS)
+02 Mito: A los recién nacidos hay que darles agua o fómula para “completar” porque de lo contrario se deshidratarán. Lo cierto es que con el calostro será suficiente hasta que “baje” la leche. Entonces, debe darse cada vez que el bebé la pida.
+03 Verdad: El código de Trabajo en su artículo 240 y la ley de lactancia mandan a todos los establecimientos industriales del país a tener espacios físicos para que las trabajadoras puedan lactar.
+04 Mito: No se puede hablar ni ingerir alimentos o bebidas mientras se da el seno. Falso. La hidratación es importante para la lactancia.
+05 Verdad: La última leche (que contiene más calorías) se obtiene gradualmente conforme se va vaciando el pecho. Antes de cambiar al bebé de lado, se debe esperar a que termine y así se evitan problemas de malnutrición.
lunes, 14 de junio de 2010
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