Experiencia y balance

El Valle de San Juan hacia un nuevo paradigma de producción agropecuaria

Por: Robin Alcántara
El autor es productor agrícola

¨La práctica es el criterio último de la verdad¨
Mao Tse Tung

Durante varios décadas la economía del Valle de San Juan ha dependido de dos cultivos básicos, Arroz y Habichuelas y de una ganadería bastante atrasada que hasta ahora no han llenado las expectativas de empleo seguro y permanente de una población que ha ido creciendo de manera acelerada, llegando en el último censo del 2002 a casi 250 mil habitantes en la provincia de San Juan.

Tenemos casi 500 mil tareas bajo riego y más de un millón de terrenos arables y sin embargo la inmensa mayoría de nuestra población está sumida en la pobreza comiendo una sola vez al día y viviendo en condiciones de indigencia por que no tienen fuente segura de ingresos para sus familias.

Siempre se ha sostenido que la agropecuaria es la espina dorsal de la economía de nuestro valle, aunque de manera contradictoria ha sido nuestra principal fuente de pobreza por que nos hemos aferrado a un modelo productivo que no llena las expectativas de empleos y ingresos de nuestra población, sino que generado un circulo viciosos de pobreza que se recicla todos los años, tanto a nivel de nuestros pequeños y medianos productores como a nivel de una mano de obra que permanece ociosa la mayor parte de los meses de la año.

Si tomamos como ejemplo las Habichuelas tenemos los siguientes: este cultivo desde finales de las décadas de los ochenta se siembra una sola vez al años en la zona bajo riego, su ciclo vegetativo dura de 80’85 días, desde la siembra hasta la recolección, de ese tiempo nuestro jornaleros trabajan unos 20-25 días en la diferentes la labores desde la preparación de los terrenos.

Para muestra basta un botón pero para quedar más satisfechos pondremos dos: el cultivo de Arroz en su diferentes variedades su ciclo de producción dura de 4-6 meses y la mano de obra no pasa de 20 días hasta su corte y traslado a la factoría para su procesamiento.

Como se puede ver de 365 días que tiene el año tendríamos 50 días de trabajo para nuestros trabajadores(as) y más de 300 que no realizan una labor remunerativa real, entonces es imposible que una población siga dependiendo de un presupuesto tan exiguo.

Tenemos que propugnar por un nuevo modelo productivo agropecuario que genere empleo permanente a nuestra población, ingreso seguro a nuestros productores y productoras y divisas para fortalecer la economía de la región y del país y que al mismo tiempo sirva para potencializar el sistema de producción tradicional de campo abierto. Estamos propugnando por la producción bajo techo convirtiendo en San Juan en una Zona Franca Verde…