HATO NUEVO, San Juan de la Maguana.-No todos estaban ayer en actitud de recreación. No todos se inclinaron por rios, playas o cualquier otro balneario. Hubo jóvenes y gente adulta, hombres y mujeres, que ayer dedicaron parte de su tiempo a la reflexión y recordar las penurias de Jesús en la cruz. Prefirieron celebrar la Semana Santa con espiritu de religiosidad.Quienes retornában del Distrito Municipal Sabaneta, al pasar por el pequeño poblado de Hato Nuevo, se encontraron con una dramatización inesperada en la que se representaba dos peregrinos sufrientes y mujeres que lloraban detrás de ellos.Ambos estaban atados a una cruz, mientras una multitud los castigaba.
Eran jóvenes católicos de la iglesia de la Altagracia de Hato Nuevo. Su representación era muy realista. Tan real parecía todo aquello que se pudo apreciar que un anciano, que caminaba al lado de los peregrinos sufrientes, estaba llorando en silencio.Fue algo orprendente. Nadie esperaba encontrarse por allí con aquella gente que había sacado tiempo para ensayar una escena religiosa y que luego salió a la carretera para representarla.
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