Monina Cámpora: Una mujer imborrable
Por: Edgar Valenzuela
Monina Cámpora se inclinó por el arte desde temprano. Su vena artística comenzó a manifestarse en las veladas que desde muchacha organizaba en calle Santomé esquina El Conde en la Zona Colonial de Santo Domingo, su casa natal a partir de 1914.
Era una especie de mujer orquesta: buscaba a quienes iban a actuar, preparaba el programa de atracciones, cargaba las sillas del patio donde se realizaban las veladas, cobraba la entrada y llegado el momento interpretaba canciones, bailaba y recitaba versos
Su padre, un español dueño de una fábrica de chocolates, le regaló un piano, el cual comenzó tocando de oído, casi de juego, y que se convirtió en el compañero inseparable de su vida.
Con el objetivo de perfeccionar su vocación se inscribió en el Liceo Musical dirigido por el maestro José de Jesús Ravelo. Luego realizó estudios superiores de piano en el Conservatorio Nacional de Música, bajo la orientación del maestro Manuel Cassal Chapir y de los escritores Juan José Llovet y Ruddy del Moral.
En su juventud no se perdía un espectáculo ni nacional ni extranjero. Se hacía sentir desde el escenario o desde el público. A finales de la década de los 30, cuando llegó desde Cuba una orquesta integrada únicamente por mujeres (1), seguido prendió en su mente la idea de que en la República Dominicana tenía que formarse otra. Al poco tiempo comenzó a contratar entre sus vecinas a aquellas que tocaban.
Así tuvo la República Dominicana su primera orquesta femenina. El debut se realizó en los estudios de Radio HIN, estación que le abrió las puertas para continuar las presentaciones en vivo en Radio HIZ, Radio HIJ y en los sorteos dominicales de la Lotería Nacional.
La frecuencia con que entraba en contacto con el micrófono le facilitó participar en anuncios comerciales dialogados, con el padrinazgo del locutor Julio César Féliz (Bubito).
Junto a su esposo, el abogado Lorenzo Piña Puello fijó residencia en San Juan de la Maguana.
Un día, al oír las notas de una marcha que ejecutaban los integrantes de la Banda de Música Municipal, mientras desfilaban por las calles en impecable formación, observó la destreza del músico nativo de Samaná Francisco Carias Lavandíer. Y preguntó por él. Se enteró que era pianista, arreglista, compositor; con la peculiaridad de saber de tocar todos los instrumentos. Además, era el profesor titular de la Academia de Música.
A Francisco Carías Lavandier, Monina le encomendó la misión de dirigir el primer Coro de la Escuela de Bellas Artes de San Juan, institución que fundó el 1 de octubre de 1964.
El Palacio del Partido Dominicano, ubicado frente al Parque Sánchez, había quedado sin uso y vacío, tras el ajusticiamiento del tirano Rafael Leonidas Trujillo, por lo que gestionó con el Presidente del Triunvirato, Donald Read Cabral que le fuera asignado para instalar allí una extensión de Bellas Artes, la primera abierta en el Sur dominicano.
Los dramaturgos Máximo Avilés Blonda, Director General de Bellas Artes, y el poeta Héctor Inchaústegui Cabral respaldaron de manera entusiasta su iniciativa (2).
Del Coro formado por Carías Lavandier surgió la Estudiantina (Grupo de Estudiantes de música de Bellas Artes) y ambos grupos, se presentaron en programas de radio y de televisión, en especial el que difundía el animador cultural Freddy Ginebra a través de Radiotelevisión Dominicana: “Gente”.
El éxito de los conciertos en vivo determinó la grabación de un Long Play y de varios discos sencillos con canciones de compositores nacionales e internacionales. Las melodías de compositores nativos de la provincia hallaron un medio para proyectarse fuera de las fronteras del Valle de San Juan.
San Juan comenzó a ser reconocida por la calidad de sus grupos corales. Diosito Ramírez hizo un gran aporte en la formación de nuevas voces.
Al poco tiempo Monina Cámpora fundó la segunda versión de la Orquesta Femenina, compuesta fundamentalmente por jóvenes sanjuaneras.
A través de un acuerdo con la Universidad de Carey, de Puerto Rico, se realizaron intercambios de doble vía entre el Coro y la Estudiantina de San Juan de la Maguana y los de ese centro de estudios superiores.
Bajo la dirección de Monina Cámpora los grupos artísticos de la extensión de Bellas Artes agotaron un intenso calendario de presentaciones en cárceles, hospitales, clubes de servicio, el Aula Magna de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD), el auditorio de la Dirección General de Bellas Artes y en diversos pueblos del interior del país (3).
Cada mes los profesores de la institución tenían que ofrecer a los padres y amigos de los estudiantes de Teatro, Música, Danza y Pintura una muestra de la labor docente que estaban implementando, en el salón de actos de la escuela.
Al evaluar la gestión de Monina Cámpora en la institución el fundador del Teatro Escuela de Bellas Artes en San Juan, el actor Danilo Taveras afirma: “Gente como Monina son las que ayudan a hacer el mundo. Había que ver la energía que esa mujer desplegaba. La energía y cómo se fajaba. No todos los jovencitos hacen lo que hacía Monina” (4).
Efectivamente, Monina Cámpora enseñó a toda una generación a ver obras de teatro. Tomando como punto de partida los famosos cuentos....” La Cenicienta, La Bella Durmiente, Caperucita Roja, Pinocho”, y otros del mismo género, escribió libretos y montó espectáculos infantiles cuyo elenco sobrepasó muchas veces los 50 actores en escena. (5)
Danilo Taveras a su vez montó varias piezas teatrales, entre ellas La broma del Senador, sátira de Franklín Domínguez, y sentó las bases el teatro infantil. El impacto de su trabajo también repercutió hasta llegar a la televisión y se hizo eco la prensa nacional. Con él hicieron teatro los cuentistas Fanny Herrera y César Namnúm.
Cuando el 1de enero de 1964 salió por primera vez al aire la segunda emisora sanjuanera Radio Centro, la primera fue Radio San Juan, dentro del equipo de locutores sobresalía la voz fluida, rica en matices y perfecta dicción de Monina Cámpora. Era la única mujer.
A partir de ahí, produjo una serie de programas, que se sucedieron por más de veinticinco años, en los cuales ofrecía desde una cápsula cultural, música exquisitamente seleccionada, hasta la dramatización de fábulas.
En esa labor artística, realizada sin subvenciones del Estado, encontraron estímulo jóvenes talentos que después asumieron en serio su vocación. Tal es el caso de la soprano Marianela Sánchez, especializada en el Instituto de Santa Cecilia, en Italia. El de los músicos César Namnúm, (Motor del Grupo Maniel) Dante Cucurrullo, Arnaldo Bloise y Diosito Rámirez.
Igualmente, en el área de las artes plásticas José Nicolás Jiménez dio impulso a talentos como Mariano Sánchez, Ramón Segura, Lizandro Orozco, Damaris Arlene Encarnación y Angelo Valenzuela, entre otros.
Al ser jubilada del sector público a los 73 años Monina Cámpora, con un bastón en las manos, abrió una escuela privada para niñas en su casa, a las cuales enseñaba música, manualidades y baile, con la colaboración de varias asistentes. Decía que no podía estar sin hacer nada.
Ahora que la Escuela de Bellas Artes con la ampliación y remodelación de su estructura, (que incluye una moderna sala de Teatro y Cine, una biblioteca con internet, una sala múltiple de exposiciones y nuevas aulas de ensayos), está llamada a entrar en una nueva etapa, es útil recordar su historia para renovar la fórmula exitosamente infalible: sembrar el espíritu de grandes ideas y sentimientos.
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1) “A los 70 años Monina Cámpora todavía es profesora de piano”, crónica de Leo Reyes, periódico El Sol, 25 de junio de 1985.
2)Entrevista a inédita a Monina Cámpora, periodista Edgar Valenzuela. 1988.
3)Albúmenes y archivos de la extensión de la Escuela de Bellas Artes de San Juan de la Maguana.
4)Entrevista inédita a Danilo Taveras. Edgar Valenzuela, 1998.
5) “A los 70 años Monina Cámpora todavía es profesora de piano”, crónica de Leo Reyes, periódico El Sol, 25 de junio de 1985.
viernes, 9 de abril de 2010
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Wao...cuanto recuerdos y cuán justo homenaje a Doña Monina...
ResponderEliminarmis felicitaciones,
césar n
exelente Edgar, te felicito
ResponderEliminarkien no tiene un recuerdo grato de tan distinguida dama, todos los mozarbetes de mi epoca y epocas anteriores fuimos sus alumnos de baile para esas ocaciones de 15 de las damas devutantes en nuestra sociedad. de la mano de ella baile en muchos cumpleanos (15) y como siempre todos diferentes y bellos.
ResponderEliminarHermosos recuerdos de nuestro san juan....eran otros tiempos...
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