Si alguien le ofreciera un millón de dólares (libres de impuestos y en efectivo) si usted mantiene consistentemente una buena actitud durante los próximos treinta días, ¿lo intentaría?
Si quien le hiciera el ofrecimiento definiera “buena actitud” como el actuar positivo, amigable, entusiasta y optimista, de apoyo a quienes le rodean, intentando contribuir con el mundo y sin quejarse… ¿lo podría hacer durante treinta días y así ganarse el millón?
Yo creo que sí. Usted se obligaría sin lugar a dudas a mantener una buena actitud durante un mes, porque estaría tremendamente motivado por ganarse el premio.
Lamentablemente, es posible que nadie vaya a ofrecerle ese premio por una buena actitud, pero las ganancias que usted obtendría por mantenerse positivo durante 30 días serían enormes. Si lo quiere, millonarias.
Permítanos presentarle algunos beneficios de la vida real que le significaría el mantener una buena actitud:
Felicidad.
Entre mejor sea nuestra actitud, más felices seremos. La felicidad no es un producto que uno pueda comprar en un supermercado. Más bien, es un estado mental producido por una buena actitud.
Tanta gente busca la felicidad, pero la busca fuera de sí mismos; creen que está en las cosas, en un viaje, en divertirse, en otras personas… sin darse cuenta que –como dice la historia—está escondida en lo más profundo de nuestro ser.
jueves, 1 de abril de 2010
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario