domingo, 18 de abril de 2010

El peligro de las buenas intenciones

Muchas personas creen que sus buenas intenciones son todo lo que necesitan para triunfar en la vida. Pero, las buenas intenciones sin acción son nulas. Es preferible una persona comprometida que cien interesadas en estarlo.

La persona mediocre es una persona llena de buenas intenciones. Ella quiere cambiar su vida, tiene la intención de empezar hoy mismo a trabajar en sus metas. Sin embargo, por una u otra razón, parece que nunca puede empezar.

Buenas intenciones, pero nada de acción

El problema con las buenas intenciones es que no logran nada. Si tus deseos no logran traducirse en acciones, de nada sirven. ¿Cómo puedes reconocer a las personas que sufren de este mal? Generalmente, después de aceptar un compromiso, es común escucharlos decir: “Esta vez sí voy a empezar temprano”.

Sin embargo, un par de semanas más tarde las escucharás decir: “Ya va siendo hora de empezar, antes de que se haga tarde”. Un mes más tarde las escucharás diciendo: “Debería haber empezado ya o “¿Por qué será que siempre me sucede lo mismo?”. Y cuando finalmente sufren las consecuencias de su pereza, las oyes decir: “Ésta es la última vez que me sucede esto” o “Ya aprendí mi lección, la próxima vez va a ser distinto”.

Hasta que se presenta la próxima vez que deben hacer algo y las oyes decir nuevamente: “Esta vez sí voy a empezar temprano…”, y así comienza nuevamente el círculo vicioso de las buenas intenciones. De nada sirve que tengas las mejores intenciones de aprender inglés. Nada va a mejorar en tu vida porque seas consciente de la necesidad de ahorrar. La relación con tus hijos no mejorará porque tengas la buena intención de pasar más tiempo con ellos. Y puedes quejarte de que tu trabajo no te lo permite o que la cultura de este país no propicia la interacción en la familia, pero lo único cierto es que nada va a cambiar a menos que traduzcas tus buenas intenciones en acciones.

¿Has sido víctima de las buenas intenciones? Si es así, recuerda que la intención sin acción no vale para nada. Es más, aquel que tiene todas las buenas intenciones de hacer pero nunca hace nada, adquiere la fama de ser un charlatán.

De repente, encuentras que otras personas están diciendo a tus espaldas frases como: “Mucho cuidado porque te dice que va a hacer esto y aquello y tiene buenas intenciones, pero de ahí no pasa” o “Yo no me confiaría tanto de lo que te promete que hará” o ´Mucho cuidado, porque ella tiende a hablar mucho y a hacer poco”. Y descubres con horror que están hablando de ti. Así que dile no a las buenas intenciones y sí a la acción.
Por: Doctor Camilo Cruz



Por: www.elexito.com
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1 comentario:

  1. Interesante Dr. Me recuerda el libro que estoy leyendo en estos momentos, se titula Praxis, es algo así como decir que sin teoría no hay practica, pero sin practica no hay teoría, ósea lo concreto y real es lo que importa, lo abstracto o imaginario es solo la punta del Iceberg

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