El religioso disertará con el tema "Educación en Valores" en una actividad que se iniciará a las siete de la noche, según dijo el padre Cristian Paulino Paulino, director del colegio mencionado.
La entidad escolar del sector privado ha preparado una serie de actos con motivo del mes de la Patria. En el día de ayer tuvieron como invitado al general Manuel Rodríguez Miranda, Director Regional Oeste de la Policía Nacional, quien subió la bandera de República Dominicana, antes de la entrada de los estudiantes a sus respectivas aulas para recibir docencia.
El sacerdote Paulino Paulino está a cargo del centro educativo católico, luego de que las monjas le entregaran esa entidad educativa a monseñor José Dolores Grullón Estrella tras dirigirlo por varias décadas.
Monseñor Benito Ángeles es el rector de la Universidad Tecnológica del Cibao (Uteci), donde colabora en la formación de jóvenes, a nivel profesional y personal, y es fundador de dos movimientos juveniles católicos en La Vega: Escoge y Onda Juvenil. En noviembre de 1996, el papa Juan Pablo Segundo lo declara capellán, obteniendo a su vez el título de Monseñor.
¿Quié es Ramón Benito Angeles Fernández?
Monseñor Benito Ángeles es el rector de la Universidad Tecnológica del Cibao (Uteci), donde colabora en la formación de jóvenes, a nivel profesional y personal, y es fundador de dos movimientos juveniles católicos en La Vega: Escoge y Onda Juvenil. En noviembre de 1996, el papa Juan Pablo Segundo lo declara capellán, obteniendo a su vez el título de Monseñor.
La Vega
Sus movimientos son ágiles y graciosos. Sus ojos negros parecen percibir cada detalle. Una sonrisa amplia, como media luna que quiere atrapar el cielo, se desborda con frecuencia en el rostro ovalado de monseñor Ramón Benito Ángeles Fernández.
El Padre Benito, como le dicen todos en La Vega, es rector de la Universidad Tecnológica del Cibao (Uteci), y ha estado ligado a esa institución desde su fundación, en 1983.
Expresa que su vocación por el magisterio nació después de ser ordenado sacerdote, pues entendió esa actividad como un apostolado desde donde podía entregarse a los demás.
Su vida de sacerdote ha transcurrido entre la contemplación de Dios y la acción, pues sus funciones han sido muy variadas. Fue formador de seminaristas religiosos y diocesanos, párroco de diversas iglesias y guía espiritual de mucha gente en La Vega. Actualmente comparte su labor en Uteci con la animación de dos movimientos juveniles católicos y es vicario de la Iglesia de Arenoso.
Sus fundamentos
Monseñor Ramón Benito Ángeles Fernández es cibaeño. Nació en Arenoso, comunidad rural de La Vega, el 17 de marzo de 1949. Allí transcurrieron sus primeros años, entre una vegetación abundante y una familia numerosa, de profundas raíces religiosas.
Monseñor recuerda la suya como una familia ideal, en la que siempre hubo mucho afecto. Su mamá, Dolores Fernández, es de temperamento colérico, y su padre, Rafael Ángeles, era flemático, lo que -a su juicio- produjo una pareja encantadora que supo armonizar las diferencias.
Es el mayor de diez hermanos, por lo que asumió parte de la crianza de los mismos con mucho empeño y dedicación. "Algunas veces tuve que darles sus pelitas a algunos", dice, pero se apresura a aclarar que las mismas fueron "con mucho afecto".
Sin embargo, no era el típico "muchacho serio, muy adulto para su edad". Cuenta que de todos los hermanos era el más travieso. Entre sus pequeñas travesuras cuenta que rompió la vajilla de la casa sólo para ver cómo se rompían y que ocasionó daños a los muebles doméstico por la curiosidad de ver cómo eran por dentro.
Benito Ángeles asegura que su familia fue la clave para su formación, y comenta con agrado que todavía se reúne para saber su evolución personal.
Uno de los acontecimientos familiares que más ha marcado la vida del padre Benito fue la muerte de su progenitor, hace tres años, porque con la misma sintió por primera vez la muerte de forma cercana. Ahora, siempre que celebra una eucaristía recuerda a su padre.
Vida religiosa
El padre Benito Ángeles asegura que su vocación nació "desde el vientre de su madre", pues a temprana edad le interesaron las actividades religiosas y le gustaba acompañar a su madre y a su padre a las misas.
Obviamente que haberse educado en un ambiente religioso influyó en la decisión inicial de servir a Dios a través de ese sacramento. En casa de sus padres se rezaba -y aún se reza- el rosario todas las tardes.
Contaba con 12 años cuando salió desde su pequeño y verde campo vegano al pre seminario Padre Fantino, de La Vega.
Empero, la fantasía infantil de ser sacerdote se vio confrontada a la edad de 20 años, con los deseos de tener un matrimonio y formar familia.
Cuenta Ángeles Fernández que rebasó esta crisis con gran facilidad, y asumió su vocación con alegría: ser sacerdote.
El magisterio
Su labor docente la inició en las aulas del liceo Ulises Francisco Espaillat, en Santiago, donde fue maestro desde el 1972 hasta el 74, y en el politécnico femenino Nuestra Señora de Las Mercedes, también en Santiago, donde estuvo durante el año siguiente.
Además, al padre Benito le tocó ser maestro de futuros sacerdotes en la facultad de Teología del seminario mayor Santo Tomás de Aquino. También allí se desempeñó como vicerrector académico.
Su pasión: los jóvenes
El padre Benito fundó en La Vega el movimiento juvenil Escoge, el que actualmente también aglutina jóvenes en Santo Domingo. Otro de los movimientos que fundó en el país fue Onda Juvenil.
En ambas iniciativas la intención es acompañar a los jóvenes en todo el proceso que implica la adolescencia y la juventud, y ayudarles a fomentar valores fundamentales, como la familia y la honestidad.
Para este sacerdote hay principios que no mueren aunque los tiempos cambien, y en ellos hay que formar a los adolescentes.
El padre Benito considera que la nuestra es una sociedad que cada vez se comercializa más y que entiende de forma distorsionada el proceso de apertura hacia los distintos intercambios culturales. Asegura que la pérdida de principios que supone el proceso de mundialización y el cambio de modelo económico hacia el neoliberalismo fomenta muy poco la cooperación entre los seres humanos.
Sus principios
Para Benito Angeles, su creencia en Dios y su fe católica son fundamentales, principios que no fueron puestos a prueba por el proceso de conocimiento intelectual que ocurrió en su vida cuando estudió Teología Moral en el instituto Alfonsiano de la universidad Latarense, de Roma. Los nuevos conocimientos adquiridos afirmaron aún más sus convicciones.
De otro lado, considera que la Iglesia ha ido evolucionando a través del tiempo, pero que su principio fundamental y su doctrina social de defensa a la dignidad humana ha sido una constante que la ha acompañado en todo su proceso de desarrollo.
Entiende que la iglesia evoluciona, pero lo fundamental no cambia, como son la naturaleza del hombre y la mujer y el valor de la familia para la sociedad.
Por esa razón considera que la iglesia mantiene una posición correcta al mostrarse en contra del homosexualismo y el lesbianismo, porque esto no obedece a la ley natural.
Entiende también que el hecho de que los sacerdotes sean célibes tampoco es negociable porque obedece a los principios que él entiende como permanentes.
Su creencia en Dios está tan ligada a los principios básicos de la vida que entiende que la Moral Social de Eugenio María de Hostos sería un libro más completo si no se hubiese empecinado en negar la existencia del ser supremo.
El sacerdote
Su vida, agitada y llena de responsabilidades, la complementa con una oración profunda y sistemática, pues se define como "un contemplativo en acción". Para Ángeles Fernández, el trabajo y la contemplación van de la mano.
A pesar de sus múltiples ocupaciones mantiene como sus obligaciones principales celebrar misas y el sacramento de la confesión, cosa que hace hasta en su oficina de Uteci, institución que ha logrado internacionalizar, a través de acuerdos con universidades de países latinoamericanos.
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