Terremoto del lado dominicano de la IslaPor: Edgar Valenzuela
República Dominicana sufrió el martes 12 de enero un terremoto, pero de magnitud inferior a los 7.3 grados en la escala de Richter que destruyó al vecino Haití, especialmente a Puerto Príncipe, donde los muertos superan los 150 mil, según reportes preliminares.
Tras el temblor que se sintió en toda la isla, la Comisión de Operaciones de Emergencia (COE) declaró alerta de tsunami (Maremoto) en el país.
Aunque la atención mundial se concentró en Haití, por ser el lado de la Isla más golpeado finalmente por un devastador terremoto, algunos daños físicos menores también se registraron en la parte Este de la Isla, de habla española.
El secretario de Educación, licenciado Melanio Paredes, informó que 111 escuelas dominicanas sufrieron agrietamientos y otros desperfectos, que la cartera procede a reparar.
La solidaridad con nuestros hermanos haitianos es prioritaria, y se está manifestando a todos los niveles.
Sin embargo, en la medida de lo posible debemos comenzar a tomar medidas preventivas, en caso de que un terremoto de mayor magnitud afecte en el futuro este lado de la Isla.
El desastre ocurrido en Haití se atribuye a la baja calidad de las edificaciones.
República Dominicana salió mejor librada, pero no es inmune a próximos terremotos.
El experto en ingeniería sísmica Héctor O’Reilly Pérez, de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD), indica que como existen las mismas estructuras tectónicas (fallas) en la isla de Hispaniola los sismos seguirán produciéndose y no se puede hacer nada para evitarlos, “lo que quiere decir que debemos convivir con este problema así como es el caso de los huracanes”.
Este sentido O’Reilly recomienda diseñar las edificaciones de acuerdo a las Normas Sísmicas oficialmente establecidas.
Esas normas indican que se debe construir de acuerdo a planos aprobados, respetándolos al 100% en su ejecución y controlando la calidad de los materiales para que estos tengan las resistencias que han sido especificadas por el ingeniero estructural.
Por otro lado, el profesor investigador Eric Hernández, de Instituto Tecnológico de Santo Domingo, y director del Grupo Profesoral de Ciencia y Tecnología de las Construcciones, reveló que un estudio desarrollado en 61 escuelas, 14 hospitales, tres estaciones de bomberos, y en otros lugares donde se reúne gran cantidad de personas, demostró que el 75% de las estructuras evaluadas en República Dominicana son "sísmicamente vulnerables y propensas a sufrir daños", en caso de que ocurra un terremoto con las mismas características que el de Haití”.
Asegura que en cualquier ciudad del mundo donde ocurra un sismo de magnitud 7 grados, a menos de 10 millas de la costa y de poca profundidad, la expectativa de destrucción es elevada.
No hay que entrar en pánico, pero desde ahora nosotros que no somos de acero como Superman, y vivimos en la tercera planta de un edificio de apartamentos, nos declaramos en alerta máxima para que un nuevo terremoto no nos agarre asando batatas.
El autor es periodista y escritor


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