viernes, 5 de febrero de 2010

La sexualidad es parte de la vida

Pero muchas veces nos obligan a dejarla fuera. Las creencias e intereses, que han pervertido la vivencia de la sexualidad son, entre muchas:

Autor: Estela Guitián

El poder maravilloso de la energía sexual

Aquello que por su poderosa fuerza es capaz tanto de, traernos a la vida, como de, permitirnos expresar cuanto somos capaces de amar, conocer nuestros más altos niveles de placer, unirnos a nuestros pares complementarios para tener la experiencia de la unidad y conocer el milagro de procrear, es utilizado en las sociedades actuales para generar experiencias que, de tan nocivas, nos apartan de la felicidad y del instinto de estar bien y disfrutar la vida, transformándose, en manifestaciones de violencia, odio y maltrato en lugar de permitirnos amar y dar.

Se convierten en vehículos de insatisfacción, dolor y desdicha, nos separan, en lugar de unirnos, culminando más en apartarnos de la sensación de estar vivos que en la máxima manifestación de la plenitud que ello, significa.

Así, nuestra cultura nos conduce a exaltar y "celebrar" más, el dolor que el placer, la tristeza que la alegría, el "mal" que el "bien", la enfermedad que la salud, el fracaso que el éxito, condicionando así nuestras tendencias y actitudes de vida.

Etica de la sexualidad

La actitud de vida occidental, no esta basada en alcanzar la experiencia de la unidad, lo que supone, además una actitud amorosa para con la vida toda.

Nuestra cultura, nos entrena para que todo sirva y esto, desvirtúa todos los modelos de la vida, reduciendo toda posibilidad de experiencias profundas a que todo sea fugaz, poco profundo, intenso y breve o sin limites de cuidado.

Cada vez el estimulo deja de ser más importante para ser más eufórico y efímero, basándonos en el concepto de que todo debe "completarse".

Sin embargo, en la vida, como en la felicidad y en el amor, la experiencia más que intensa necesita ser plena.

Amor y sexualidad

En la sexualidad y en el amor, las cosas no son diferentes.

La sexualidad, debería dar la sensación de "completud", sin embargo siempre perece que algo no se funde completamente.

El hecho es que, es el amor el que genera la posibilidad de bajar las barreras de la represión para no temer a la pérdida de límites, a la entrega, al dejar de ser "yo", por otro.

¿Sabes realmente qué es la sexualidad?

Las creencias erróneas sobre la sexualidad, interfieren, deformando su verdadera esencia.

Para que exista "completud", debe producirse la fusión, la sensación de vacío, lo que implica la no existencia de un uno y un otro.

Mientras esta dualidad exista, existirá también, la sensación de atracción y rechazo que radica en el miedo a perderse uno mismo.

La mera sexualidad, por mejor manejo de las técnicas que se tenga, no produce, "completud".

Es el amor el que genera esta sensación.

Para no asustarse de perderse uno mismo por entregarse a " otro", primero hay que afirmar la propia personalidad –energéticamente, el centro es la cadera, elemento agua, aquello que puede fluir.

En realidad, lo que subyace en esta "defensa", es el miedo a sentirse solo al volver al estado individual.

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