miércoles, 17 de febrero de 2010

Desde Miami

Mi versión del 27 de Febrero de 1844

Por: Tiberio Castellanos


Para el próximo viernes 26 de febrero, tendremos en nuestro Viernes Cultural Dominicano, tres panelistas que hablarán del Grito del 27 de Febrero.
Yo digo que serán tres versiones en cuanto a la fecha y su significado. En cuanto a la mía, no será muy de acuerdo a como suelen narrarse los acontecimientos de ese dia.
Comienzo diciendo que el Grito o Pronunciamiento del 27 de Febrero de 1844, fué obra conjunta de los trinitarios dirigidos por Francisco del Rosario Sánchez y los llamados afrancesados o conservadores dirigidos por Tomás Bobadilla.
Entonces, hay que explicar por qué el Apóstol de nuestra Independencia, Juan Pablo Duarte no estuvo en el Baluarte en esa memorable fecha.
Y esto es muy sencillo. La actuación de Duarte y los trinitarios durante la campaña de La Reforma,(es decir la lucha para derrocar
al Presidente Boyer) en la que Duarte y los trinitarios se unieron a los revolucionarios haitianos,
y luego los meses que la siguieron, ( digamos, desde febrero del año 43 hasta junio de ese año) fue tan destacada, que despertó los celos y temores del nuevo presidente haitiano. Con un ejército de 12,000 hombres Riviere Herard, en Junio de 1843,, vino desde Haiti, haciendo prisioneros a su paso por donde pasaba, a las personas que se habian destacado en esos pueblos durante los dias de la Reforma y el proceso de elecciones que le siguió, entre ellos a Ramón Mella en Cotuí. Mella, muy conocido ya por Riviere y sus comandantes, pues fue el contacto que Duarte envió a Haiti para los fines de la participación de los trinitarios en la campaña de La Reforma.
Riviere llega el 12 de julio de 1843 a Santo Domingo y comienza la búsqueda de los trinitarios, principalmente de Duarte y Sánchez. Sánchez se finge muerto y sus familiares disque lo lloran y lo entierran. Duarte, despues de cambiar muchas veces de escondite y apremiado por sus familiares y amigos, el 2 de agosto, se embarca en una goleta para Curazao.
Y allí estaba el 27 de febrero de 1844, enfermo y con unas altas fiebres que lo hacían delirar. (Según parece, eran fiebres palúdicas,
pues el médico que lo vio recetó "una gran dosis de quinina").
A la salida de Duarte, Sánchez se encarga de la dirección de los trinitarios y unos meses después está trabajando conjuntamente con Bobadilla y los demás afrancesados.
Aquí, yo señalaría una pequeña diferencia entre Duarte y Sánchez. Diferencia que no toca en nada lo moral ni lo patriótico.
Sánchez era político, Duarte no.
Duarte, no habia tenido un trato muy cordial con los conservadores o afrancesados. Segun parece no los consideraba verdaderos patriotas dominicanos. Sabía que éstos no creían en la capacidad del pueblo dominicano para liberarse de Haiti sin alguna ayuda extranjera. Desde hacia tiempo ellos buscaban la de Francia. Y por eso se les llamaba afrancesados. Además, en las elecciones para formar los colegios que elegirían a los diputados a la proyectada Asamblea Constituyente, ellos fueron los rivales de los trinitarios.
No obstante, y una vez que Charles Herard se retira de Santo Domingo, creyendo ya apaciguada la agitación independentista promovida por los trinitarios, los conservadores de Bobadilla se acercan a Sánchez y lo convencen de la conveniencia de trabajar juntos en la lucha contra Haiti. ( Esta unidad de los jóvenes trinitarios, activos y entusiastas, y los conservadores, gente de más edad, recursos y experiencia, algunos de los cuales hasta habían sido funcionarios de la administración haitiana, dio como fruto que el pronunciamiento del 27 de Febrero, en Santo Domingo, tuviera el apoyo de toda la población y fuera secundado por otros
pronunciamientos en el resto de las ciudades del territorio dominicano.) ( Es de señalar, como cosa muy curiosa, mirada desde los dias que corren, los pocos haitianos que en ese entonces vivian en territorio dominicano: según parece, sólo unos pocos funcionarios y militares en los pueblos)
Y así unidos trinitarios y conservadores lanzan el Manifiesto del 23 de Enero, que es distribuido a todo el país. Y luego vendrá lo del trabucazo de Mella,
en la Puerta de la Misericordia, que termina con la indecisión de algunos. Luego marchan a la Puerta del Conde donde el jefe de ese bastión el teniente Martin Girón se suma al pronunciamiento.
Despues, los separatistas avanzan hacia la Fortaleza Ozama, donde el gobernador Desgrottes capitula, a traves del Cónsul de Francia, un poco despues de darse cuenta que no le quedaba otra alternativa , pues no contaba ya con los regimientos 31 y 32, formados por criollos y ya del lado de los trinitarios.
Un abrazo,
Tiberio

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