(Notas y reflexiones a vuelapluma de un necio empedernido)
Por: Luis R. Decamps R.
¿INGENUIDAD O DESAPRENSIÓN?
Es obvio que en el PRD hay gente que aún cree que los procesos comiciales (a escala nacional o a otra más pequeña, gremios profesionales incluidos) se ganan “por gravedad”: todo el que está inscrito en ese partido o simpatiza con éste votará por los candidatos seleccionados sin que medie ningún contacto, alguna labor de convencimiento (conceptual o “tangible”) o una simple “visita de cortesía”… La verdad es, empero, que eso pertenece al pasado… Las victorias que se alcanzaban con esa actitud de “estas son lentejas…” eran propias de la época de las ideologías y los proyectos de redención social: si no el pensamiento, el “instinto político” empujaba a buena parte de los ciudadanos en una dirección u otra de manera casi espontánea… La falsa creencia en el sentido apuntado ha sido nodriza, en muchos sentidos, de increíbles derrotas para los perredeístas, y sin embargo todavía, valga la insistencia, hay quienes no aprenden la lección… Es difícil determinar si ella está originada en la mala fe, la ingenuidad política, la desaprensión o, ¿por qué no?, la petulancia frontera con la simple estupidez…
INGENIERÍA POLÍTICA
Es una enseñanza elemental de la historia electoral dominicana de los últimos treinta años que los comicios se ganan, en general, con una combinación de elementos, a saber: una membresía y un cuerpo de simpatías en tensión, suficiente habilidad para aprovechar el “momentum”, buena disponibilidad de recursos económicos, una estructura logística dinámica y eficiente, un activo equipo de análisis de “marcos situacionales inmediatos”, un adecuado manejo sociológico y politológico de los pasos tácticos, un discurso con líneas y programas de ataque y defensa definidos, y una impiadosa y profesional política de marketing … Se ha destacado el orden de estos elementos adrede: lo primero es garantizar los votos propios, es decir, no creerse que se dispone de sufragios “por gravedad”… La política de nuestros tiempos es “ingeniería conceptual”, no adhesión espontánea ni sentimentalismo retórico.
ILUSIONES QUE RESULTAN CARAS
Es extraña también la postura política de apostar a la victoria en función de la posible ausencia o la clara debilidad del adversario. Se trata, naturalmente, si se producen, de situaciones nada desdeñables y en principio harto ventajosas (¿qué mejor que correr solo o casi solo en la pista?), pero no debe olvidarse que tienen riesgos primordiales: crean un exceso de confianza, desmovilizan la dirigencia y la militancia, y dejan la cancha abierta al repetido adversario para moverse libremente… Por eso semejante postura habitualmente provoca sorprendentes fracasos… La insistencia no es ociosa: un proyecto político debe basarse en principio en sus propias fuerzas (orientadas, justipreciadas, mimadas y con una alta moral de combate), y a partir de éstas debe erigirse una plataforma de reclutamiento y conquistas, trabajando siempre como si se tuviese al adversario tras los talones. Es la “tensión productiva” entre lo interno, lo externo y lo adverso de cara a la estrategia… No debe olvidarse que en política los triunfos por “forfait” no sólo son muy raros sino también poco fecundos y duraderos…
UNA SALVEDAD
Desde luego, resta una salvedad: todo el que ha sido dirigente de un partido en este país sabe que para algunos activistas (en todos los niveles) la política es su forma de vida cotidiana, es decir, “su” trabajo y, por lo tanto, “su” negocio. Para esta gente ganar o perder no tiene gran dramatismo, pues al fin y al cabo lo que importa es el “movimiento” (el accionar político diario), no el objetivo estratégico. La mecánica electoral, por ejemplo, es una fuente segura y relativamente abundante de ingresos. Claro que se preferirá la victoria, pero este tipo de políticos gana aún con la derrota… El peligro de esta gente no reside únicamente en que no le importan las ideas, los programas, el partido, el destino de las candidaturas o los militantes mismos, sino también en que desacreditan cualquier proyecto y afectan las posibilidades de crecimiento de la opción que éste representa… Una frase parece resumir su inconfesable lógica: “Mientras menos seamos, tocamos a más”… Los líderes deberían ponerles atención a estos políticos de ojo emparchado que siempre pululan en los partidos.
UNA ANÉCDOTA DE ADLAI STEVENSON
Se cuenta que en un acto público de su primera campaña por la presidencia de los Estados Unidos, el prestigioso dirigente demócrata Adlai Stevenson (gobernador de Illinois en 1948, candidato presidencial de su partido en 1952 y 1956, y delegado estadounidense ante la ONU desde 1960) fue saludado efusivamente por una señora que, presa del entusiasmo, le dijo: “Gobernador, no se preocupe, pues en este país toda la gente con cerebro va a votar por usted…”… Stevenson, conocido no sólo por sus ideas liberales sino también por la brillantez de sus respuestas, le sonrió indulgentemente a la dama y, con toda la seriedad del mundo, le contestó: “Muchas gracias, señora, pero me temo que con eso no es suficiente. Necesito a la mayoría”…. ¿Se oye o no se oye?
LA FRASE DE HOY “PARA DARLE CACO” (SOLO PARA PENDEJOS)
“En la política es a veces como en la gramática: un error en el que todos incurren finalmente es reconocido como regla”. André Malraux
Hasta la próxima entrega…
sábado, 23 de enero de 2010
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