Para todo adolescente el desarrollo es una tarea llena de retos y demandas, y uno de los aspectos más importantes consiste en definir su identidad sexual. Aprenda a ayudarlo y a vencer los temores que todos los padres tenemos.
Todos los niños exploran y experimentan sexualmente como parte de su desarrollo normal. Este comportamiento sexual puede llevarse a cabo con miembros del mismo sexo o del sexo opuesto.
A muchos adolescentes el pensar en o experimentar con personas del mismo sexo puede causarles preocupación y ansiedad con respecto a su orientación sexual. A otros, aún los pensamientos o fantasías pueden causarle ansiedad.La homosexualidad es la atracción sexual persistente y emocional hacia alguien del mismo sexo. Es una parte de la amplia gama de la expresión sexual. Durante la niñez y la adolescencia, por primera vez muchos individuos homosexuales se percatan de su homosexualidad y pasan por la experiencia de tener pensamientos y sentimientos homosexuales.
La homosexualidad ha existido a través de la historia y en diferentes culturas. Cambios recientes en la actitud de la sociedad hacia la homosexualidad han ayudado a algunos adolescentes homosexuales a sentirse más cómodos con su orientación sexual.
En otros aspectos de su desarrollo estos jóvenes son similares a los jóvenes heterosexuales. Experimentan los mismos tipos de estrés, luchas y tareas durante la adolescencia.Los padres necesitan entender claramente que la orientación sexual no es un desorden mental. Hoy por hoy no se entienden claramente las causas de la homosexualidad. Sin embargo, la orientación sexual no es un asunto de decisión propia.
En otras palabras, los individuos no escogen ser homosexuales o ser heterosexuales.
No importa cuál sea su orientación sexual, todos los adolescentes tienen la alternativa de escoger la expresión de su comportamiento sexual y su estilo de vida.
A pesar de que el conocimiento y la información acerca de la homosexualidad ha aumentado, los adolescentes todavía tienen muchas preocupaciones. Estas incluyen:
* sentirse diferentes a sus pares (amigos o compañeros);
* sentirse culpables acerca de su orientación sexual;
* preocuparse acerca de cómo puedan responder su familia y seres queridos;
* ser objeto de burla y de ridículo por parte de sus pares;
* preocuparse acerca del SIDA, la infección por VIH y otras enfermedades de transmisión sexual;
* temer a que los discrimen si tratan de pertenecer a clubes, participar en deportes, ser admitidos en universidades y conseguir empleos;
* ser rechazados y acosados por otros.
Los adolescentes homosexuales pueden aislarse socialmente, separarse de las amistades y los amigos, tener problemas concentrándose y desarrollar una pobre autoestima. También pueden desarrollar una depresión.
Los padres y otras personas necesitan estar alerta a estas señales de angustia, ya que estudios recientes demuestran que los jóvenes homosexuales tienen una elevada incidencia de muertes por suicidio.
Es importante para los padres entender la orientación homosexual de sus adolescentes y proveerles apoyo emocional. Los padres frecuentemente tienen dificultad aceptando la homosexualidad de sus adolescentes por algunas de las mismas razones por las que el joven desea mantenerlo en secreto.
A los adolescentes homosexuales se les debería permitir decidir cuándo y a quién revelarle su homosexualidad. Los padres y otros miembros de la familia podrían obtener entendimiento y apoyo de organizaciones como Padres, Familias y Amistades de Homosexuales [Parents, Families, and Friends of Lesbians and Gays (PFLAG)].
Los adolescentes que no se sienten cómodos con su orientación sexual o que no saben cómo expresarla, pueden beneficiarse de recibir consejería. Pueden beneficiarse del apoyo y de la oportunidad de clarificar sus emociones. La terapia también puede ayudar al adolescente a adaptarse a los problemas y conflictos que surjan en el ámbito personal, escolar y familiar.
La terapia dirigida específicamente a cambiar la orientación homosexual no se recomienda y puede ser dañina en un adolescente reacio. Puede crear mayor confusión y ansiedad al reforzar los pensamientos negativos y las emociones con las que el adolescente ya está luchando.
Fuente: American Academy of Child and Adolescent Psychiatry
viernes, 13 de noviembre de 2009
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