domingo, 15 de noviembre de 2009

Entrevista con Shia LaBeouf La superestrella de Hollywood más joven del momento.

"Pienso que mis películas son exitosas conmigo o sin mí"

Con la película Transformers, Hollywood literalmente transformó a Shia LaBeouf en la superestrella más joven del momento. Y aunque todavía cueste pronunciar bien su nombre, tendremos que acostumbrarnos, porque después de consagrarse como el hijo de Indiana Jones (apadrinado por Steven Spielberg), Shia vuelve al cine con otro superéxito asegurado, en plena filmación de una nueva versión de Wall Street con Michael Douglas y la dirección de Oliver Stone: Wall Street 2: Money Never Sleeps.

¿Cómo te llevas con las típicas "vanidades" de la fama?

Da miedo pensar que te valoran constantemente por el físico, porque es algo que tiene fecha de vencimiento. Y creo que no hay fecha de vencimiento para otro estilo de actores: los que tienen valor por su actuación.

¿No te parece que los actores necesitan ciertas vanidades, hoy por hoy en Hollywood, para conseguir el éxito?

No. Fíjate en personas como Gene Wilder o Dustin Hoffman. Esos hombres no son adonis. Y mis actores favoritos tampoco lo son. Me gusta la gente con quien te puedas identificar enseguida. Miras a Dustin Hoffman y te identificas. Lo mismo pasa con Gary Oldman o Philip Seymour Hoffman; no explotan su físico.

¿Cómo se vive la fama que ganaste a partir del superéxito de Transformers?

Te aísla un poco, pero yo voy a los mismos lugares de siempre y trabajo todos los días como una persona normal. La gente que me rodea está acostumbrada a tener mucha atención, por eso es como si yo viviera en una isla.

¿Cómo vive alguien tan joven y tan famoso en aquella "isla" de Hollywood?

La vida en Hollywood es nueva, excitante, divertida, y también da un poco de miedo, todo junto. Creo que, en general, todos los que tenemos 22 ó 23 años sentimos que en Hollywood es la primera vez que realmente empezamos a ser adultos.

¿El reconocimiento que alcanzaste con una película como Disturbia es diferente al superéxito de Transformers o de Indiana Jones?

Son películas muy diferentes.

¿Pero Transformers tiene mucho que ver con la transformación de tu carrera profesional?

Absolutamente, sin ninguna duda. Transformers me abrió las puertas de un público que jamás hubiera conocido. Llevando esta película al mundo entero, pudimos ir a todos lados. Estuvimos en Japón, Alemania, Italia y Francia. Es un honor ir por todo el mundo y ver como la gente responde a una película filmada en un idioma que no entiende. Es una bendición y una experiencia increíble, de verdad.

¿Crees que el éxito tiene fórmulas ya establecidas?

Bueno, supongo que sigo trabajando porque no permito las presiones para que acepte lo que todos quieren que haga. Pero al menos te has dado cuenta de que te tienen muchísima confianza como actor. No lo sé, ya que siempre tuve cierta libertad, porque no me he sometido a ningún régimen o fórmula determinada. Siempre he apreciado la libertad. Y pienso que mis películas son exitosas conmigo o sin mí.

¿Cómo fue que te eligieron para protagonizar Transformers? Cuéntanos si pasaste por alguna prueba.

Sí, tuve que pasar por una prueba de audición. Escuché que iban a hacer la película y como estaba trabajando con Dreamworks y Steven Spielberg en Disturbia, él me reunió con el director Michael Bay, y enseguida nos pusimos de acuerdo. Después empezamos con el casting, buscando cierta química con las actrices, hasta que encontramos a Megan Fox, y ahí terminó mi audición, porque habían encontrado el equipo perfecto.

Para los que todavía no lo saben, su nombre se pronuncia "Shai-a Labof" y tiene un significado mucho más complejo: en hebreo, Shia significa "regalo de Dios" y el apellido LaBeouf es de origen francés y quiere decir "carne". Pero la verdadera razón de llamarse Shia es porque así se llamaba su abuelo, quien también era actor y comediante. Hasta su madre lleva un nombre parecido: Shayna. Su padre Jeffrey LaBeouf era un payaso de San Francisco que había estudiado comedia en Francia, pero la vocación de actor de Shia realmente la asimiló con su segundo padre Jon Voight (sí, el papá de Angelina Jolie).

Shia LaBeouf apenas tenía 10 años cuando comenzó su carrera de comediante y se hizo famoso entre los más pequeños, gracias a Disney Channel y la serie Even Stevens, por la que ganó un premio Emmy. Mientras tanto, seguía estudiando en la escuela 32nd Street Visual and Performing Arts Magnet, y aunque fue aceptado en la Universidad de Yale, dejó los estudios académicos por "la clase de educación que no se consigue en la escuela".

Con la película Holes (2003) conoció a Jon Voight, quien le enseñó que la actuación podía ser algo más que un trabajo. Y con ese mismo filme cautivó la atención de alguien como Steven Spielberg, quien dijo que le recordaba a un joven Tom Hanks. Apadrinado por Spielberg, Shia se convirtió en la superestrella del estudio Dreamworks cuando lo eligieron como el "desconocido" protagonista de la primera película Transformers, pero después se aseguraron que ya era conocido cuando lo contrataron para el personaje del hijo de Indiana Jones en Indiana Jones and the Kingdom of the Crystal Skull. Hasta Oliver Stone pensó en él para acompañar a Michael Douglas en la nueva película Wall Street 2: Money Never Sleeps. Pero antes, el público lo podrá disfrutar en máxima definición Blue Ray, con el lanzamiento internacional de Transformers: Revenge of the Fallen, que saldrá en DVD a fines de octubre.

¿Eres tan mujeriego como lo fue tu personaje en Transformers?

Que a un hombre le guste una mujer como Megan Fox no significa que sea mujeriego. ¿Quieres decir que mi personaje en la película es sexista?

Sí...

(Ríe) Bueno, yo no lo veo así.

¿Es cierto que al menos en la primera versión había una escena subida de tono con Megan Fox que nunca se llegó a ver en el cine?

Sí, pero no se vio porque aquello había sido sólo una excusa para que yo pudiera tener una escena subida de tono con ella (no para de reír).

¿De chico te entretenías con los mismos juguetes de Transformers que cobraron vida en el cine?

Sí, son los juguetes que me volvían loco en mi cuarto. Bumblebee y Soundwave eran los que más me gustaban.

¿Permitieron que te quedaras con el Chevy Camaro de la película?

No, no, no, solamente hay cuatro de esos en todo el mundo.

Con el director Michael Bay, ¿estableciste una relación de amistad que va más allá del trabajo?

Michael Bay es uno de mis mejores amigos y lo respeto muchísimo. Me parece que es un genio. Nadie hace películas como él. Tiene una visión especial. Es difícil crear un estilo determinado hoy día, en especial cuando muchos copian de otros. Y encontrar a alguien original en Hollywood no es fácil. Necesito a alguien como él que me grite a través del megáfono en medio de las peores escenas. Necesito esa agresión. Necesito ese impulso. No se hace cine con alguien sensible. Steven Spielberg, por ejemplo, no puede hacer Transformers. El mismo lo ha admitido.

¿Qué tan exigente fue filmar esta película, en cuanto al esfuerzo físico?

Demasiado exigente. En estas películas hay que ser más atleta que actor. Claro que hay un poco de los dos, pero es preciso ser atleta, seguro.

¿Tuviste que pasar por algún entrenamiento particular?

No hay ningún entrenamiento que pueda prepararte para una explosión de 4,000 litros de gasolina, solo hay que tolerar el dolor y contener el miedo.

Con una película donde los accidentes automovilísticos son normales, Shia LaBeouf protagonizó su propio accidente en la vida real, al punto de agregar sus heridas al guión del filme Transformers: Revenge of the Fallen. Sucedió exactamente en la madrugada del 27 de julio del año pasado, cuando Shia chocó con su auto y se lastimó la mano, mientras era arrestado por manejar bajo la influencia del alcohol. Dos días después, el Departamento de Policía de Los Angeles anunció oficialmente que el accidente no había sido culpa de él al verificar que el otro conductor había cruzado una luz roja. Sin embargo, le suspendieron la licencia de conducir por haberse negado, en el momento del accidente, a pasar la prueba para establecer si efectivamente había conducido alcoholizado.

¿Cómo está la mano accidentada? ¿Quedó bien?

Está bien. Se ve mal, el dedo está mal, pero funciona bien. Los dos dedos que me lastimé están bien.

¿Habrá más Transformers?

Sí. Ahora tengo un contrato firmado para una película más, por lo menos. Será genial, si la película funciona.

Fuete: Revista Vanidades

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