domingo, 9 de agosto de 2009

Padres de trillizas no tienen con qué alimentarlas

Las trillizas Fe, Esperanza y Caridad, con un mes de nacidas, pero sus padres comienzan a tener dificultades para alimentarlas y medicarlas.

Los padres de las trillizas claman por ayuda para alimentar a los seis hijos que tienen, incluyendo las tres pequeñas

Escrito por: Manuel Espinosa Rosario

SAN JUAN DE LA MAGUANA. A un mes de haber venido al mundo, aunque gozan de buena salud, el futuro de las trillizas Fe, Esperanza y Caridad es incierto y angustiante la realidad para sus padres que tienen que hacer de tripas corazón para comprar no sólo la leche que consumen las infantes, sino la de sus otros tres hijos también.

Nacieron en el hospital regional universitario Doctor Alejandro Cabral, el 7 de julio, pesaron 4.3 libras cada una, y 30 días después caminan ciento por ciento pareja, al pesar en la tarde del viernes 5.4 libres, es decir que han aumentado una libra y una onza. La lecha que toman Fe, Esperanza y Caridad, por recomendación de la doctora que las recibió en el hospital público local, es Netogeno No. 1, explicaron sus padres.

Aunque la madre, Karina García Céspedes, identificó a Fe, Esperanza y Caridad, no así le ocurre al padre, Luis Alberto Valdez, quien inclusive admite sentir temor al cargarlas porque cree que se les pueden caer.

Cada día que pasa, la incertidumbre y la desesperación se apoderan de Valdez y García Céspedes, porque solamente la señora Bienvenida Vicioso, les regaló dos mil 500 pesos, luego de leer el reportaje publicado en El Nacional el 11 de julio.

Y no es para menos, también tienen que mantener a sus tres primeros hijos, Enmanuel, Ordalis y Odalis, de 4, 8 y 10 años, a los que no han podido enviar a la escuela, y tampoco saben si lo harán a partir del 17 de este mes, cuando comienza el año escolar, y todo, porque carecen de recursos para comprarles los uniformes y útiles escolares.

Valdez y García Céspedes viven en un cuartucho, en Los Ríos, barrio La 800, calle Paseo del Viento, donde pagan dos mil pesos mensuales, lo que no pueden hacer mes tras mes, porque el único ingreso que tienen es lo que le paga a Valdez un amigo como ayudante en un camión.

Sus teléfonos son 829-706-2458 y 809-389-4316, con los que no pueden hacer llamadas porque no pueden comprar tarjetas.

La Baitoíta, donde nacieron los padres de las trillizas es un lugar muy pobre, donde solo tienen agua quienes instalan pozos tubulares. Dicen que si encuentran facilidades se mudarían para allá.

Alto consumo

Las niñas consumen alrededor de una lata de leche diariamente, además de una docena de pañales desechables, pero los padres tienen dificultades económicas para suplir esa demanda. Toda la familia ha tenido que ayudar a Karina García Céspedes.

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