martes, 18 de agosto de 2009

Multitud cacha ladrón durante incendio de ayer; no lo lincharon de chepa

Mientras un voraz incendio consumía en la tarde de ayer el bufete de los abogados Arturo Ramírez y Aquiles Batista, un ladrón quiso pasarse de listo robándose un par de zapatillas en una acción temeraria que pudo costarle la vida o una ruda golpiza a cargo de una multitud encolerizada.
(al fondo, detrás de toda esta gente, se encontraba acorralado el delincuente que había sido atrapado con "las manos en la masa").


Resulta que debido a que el fuego amenazaba con propagarse a otras casas, algunos de los vecinos optaron por sacar rápidamente sus ajuares de las viviendas cercanas a la que ardía.


Sacaron muebles, estufas, neveras, gaveteros...y prendas de vestir.

Todo ello se produjo en medio de cientos de personas que acudieron curiosos a presencia el incendio en la calle San Juan Bautista, entre la Wenceslao Ramírez y La Capotillo.




Uno de los curiosos quiso aprovecharse de la confusión y echó manos de unas zapatillas. Según se relató el joven que trató de apoderarse de lo ajeno, en medio de la confusión, dijo estas palabras: "estas zapatillas son para mi mujer" y acto seguido les echó mano. Sin embargo, fue cachado por la dueña, que indignada gritó: "¡un ladrón! ¡un ladrón!

La multitud, de pronto, y como si se tratara de una sola persona, reaccionó violentamente. Se olvidó del fuego y corrió encima del supuesto ladrón (el cual se metió en la marquesina de la Junta Municipal Electoral).

Si no hubiera sido por los agentes policiales, que son seguridad de dicho organismo, el temerario ladrón tal vez no la estuviera contando hoy porque la multitud quería lincharlo. Todos los presentes querian darle, por lo menos, un pellizquito, una galleta, un empujón, escupirlo o por lo menos insultarlo.

Los policías tuvieron que mostrarse muy enérgicos para que aquel mar de personas no les arrebatara al que quiso pasarse de vivo en medio del mal momento que se vivía como fruto del lamentable incendio.

Tremendo susto se llevó. Y tal vez jamás vuelva a intentar pescar en rio revuelto
Foto: imágenes de la historia junto a las zapatillas que por poco provocan un asesinato.







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