Por. Alberto E. Borda Objio
Periodista dominicano residente en Estados Unidos
Manipulación mediática fue lo que adujo el mandatario que desgobierna el País en la reunión que sostuvo con los directores de medios en días pasados. Nos extrañamos mucho al escuchar esta justificación de quien dirige un partido y un gobierno que cuenta en su haber, con la cadena más grande de bocinas para la defensa de las actitudes gobiernistas que haya existido nunca en la Republica. Y fue raro también, que Leonel Fernández, especialista en comunicación, se atreviera a esta afirmación imprudente delante de testigos, que saben demás lo que se mueve en los medios dominicanos. Cosas veredes Sancho!
Si esto aduce el Presidente, es porque tiene conocimiento de que este tipo de tácticas y estratagemas sucias, se utilizan en este sistema de cosas. Y tiene razones de sobra para decirlo, pues su experiencia en la oposición fue muy provechosa para él, en cuanto a los resultados que produjo lo que le adjudica ahora a sus contrarios. Pero cometió un error, a quienes informo de la supuesta manipulación, parece que no eran de los que estaban en la lista de los que cobran por servicios prestados al gobierno en los programas televisados y radiales que diariamente por las ondas hertzianas, combaten y despotrican a todo el que se atreve a denunciar la corrupción del gobierno. De esta situación, pruebas hay demás!
Y como dicen los jevitos, “se guayo”. Pues si buscaba apoyo para sus justificaciones a las inconductas y corruptela de sus subalternos en el Estado, no la encontró. Y es que es difícil, que un medio, por más prebendas publicitarias e impositivas que se le concedan, clave cuchillo contra su propia garganta. Ya que seguir lo que pretendía el marchante del palacio, de seguro sacaría del mercado al que le siguiera la corriente. Pues admitiría, que al igual que las bocinas, es pagado y esto lo desacreditaría mas, de lo que están estas empresas periodísticas. Los representantes de la prensa, no se dejaron envolver, pero no por que incuestionaran las acusaciones del Presidente, sino por que hacerlo les costaría más cara la sal que el chivo. Y no son pendejos!.
Y ahí fue el error. Creer que contaría con una adhesión a su política nefasta de encubrimiento justificador del desastre que está ocurriendo, esto, fue ir demasiado lejos por parte del engreído Presidente. No pensó, que dentro del grupo que fue a palacio, se encontraban figuras de alto relieve y credibilidad en el País, a nivel de la opinión pública. Que no iban a arriesgar su prestigio Y se extralimito en su errada percepción en relación a esto. Y es que cuando a alguien se les suben los humos a la cabeza como es el caso del que nos mal-gobierna, es muy fácil perder las perspectivas. Y lo que está sucediendo en la Nación, es una consecuencia de la arrogancia presidencial. ¡Y esto es muy peligroso!
Manipulación mediática es lo que se hace en programas manejados por reconocidos activistas del gobierno y del partido que lo sustenta. También, los programeros que a la vez son funcionarios del Estado o relacionadores públicos del estamento gubernamental, además, aquellas plumas que pagadas con los dineros del contribuyente, se dedican en cuerpo y alma a defender lo indefendible de una gestión desafortunada como la que padecemos en manos de los peledeistas. Y los centros que posee el que dirige las comunicaciones del grupo en el poder, que se usan para hacer miles de llamadas interactivas tratando de cambiar la percepción del pueblo en relación con una administración podrida como la de Fernández. Esto si que es manipulación mediática!
El desparpajo mostrado por el mandatario de turno, ha llegado a límites insospechados en este periodo. El descalabro de la imagen gubernamental no tiene comparación en la historia del País. Los extremos a que se ha llegado para justificar todas las malversaciones, peculado, cohecho, prevaricaciones, nepotismo indecente y demás lacras en esta administración, no se las podía imaginar nadie. La farsa democrática llevada a cabo con fines perversos de enriquecimiento y afán de perpetuidad por los malandrines disfrazados de políticos, traerá consecuencias terribles para el País. El mal ejemplo inductor de conductas inconfesables, ya es difícil de revertir. Y esto, no es manipulación mediática, sino la realidad que se esta viviendo en el País. Pa que sepan!
jueves, 6 de agosto de 2009
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