martes, 25 de agosto de 2009

Espionaje telefónico e informático: aberración gubernamental

Por. Alberto E. Borda Objio
Periodista dominicano residente en Estados Unidos

Dentro de las malas artes politiqueras que siempre regresan a la palestra pública del ajedrez político dominicano, aparece una, que más que regresar, lo que hace es salir a flote nuevamente cada cierto tiempo. Pues esta aberración politiquera gubernamental nunca ha desaparecido del escenario nacional, sino que esconde sus garras y vuelve y vuelve como su propiciador. Siempre, con el mismo personaje funesto y de mala recordación en el País. Ya que él, siempre ha sido el artífice de este instrumento de desasosiego usado contra los adversarios de los gobiernos. Apoyado naturalmente, por las fuerzas más oscuras de la Nación.

Cada vez que se acercan comicios o se le pone la piña agria a los gobernantes de turno, salen a relucir las denuncias de personajes públicos de que se le está interviniendo los teléfonos y ahora, con las tecnologías de punta, hasta los e-mail personales se ha comprobado que son susceptibles de estas intervenciones ilegales e inmorales. Creándose la problemática del terrorismo cibernético como consecuencia de la facilidad con que acceden a las redes los piratas y terroristas informáticos en la versión politiquera.

En el caso que nos ocupa, debemos recordar, el famoso y pernicioso periodo de los doce años del dictador ilustrado y su camarilla de criminales disfrazados de demócratas, los cuales usaban como arma para el chantaje politiquero y el caliesaje a los que disentían de la corriente dictatorial que imperaba a la sazón, a una figura que, de “saca muelas” se convirtió en el eje conductor de estas operaciones ilícitas que tanto perjuicio y daño causaron a muchos. De los cuales, hay bastantes desaparecidos incluso.

Y traigo a colación este tema que tantos no se atreven a tocar, porque la historia se repite y repite, más, si el que nos desgobierna imita en todas sus malas mañas al déspota de los doce años y demuestra su disposición al igual que aquel, de llegar hasta donde sea con tal de mantenerse en la cúspide gubernamental. Existen denuncias en este sentido y los que no la han hecho públicas, no usan aparatos telefónicos ni computacionales por el temor de ser auscultados por el dentista de que hablamos y que según el rumor público, es una autoridad que usa como yunque este gobierno.

Lo que resulta incongruente y extremadamente asqueroso, es que siendo el País signatario de acuerdos en los cuales los derechos humanos es el sujeto principal, y que formando parte del grupo de países miembros de la O.N.U. con aspiraciones del que mal nos dirige como Nación a un puesto de relevancia en esta organización, aupe estas acciones de baja calaña llevadas a cabo por quien me refiero y que todo el mundo sabe. Por eso el descredito galopante del mandatario de turno, ya que esas inconductas permitidas impunemente, dejan claro y establecido hasta donde es capaz de llegar Fernández en la búsqueda de la gloria de manera retorcida.

Es sabido que durante mucho tiempo éste tipo de acciones violatorias de los derechos humanos tan fundamentales, pasaban desapercibidas. Pero con la inclusión del País en los diferentes esquemas comerciales internacionales, donde como condición sine qua non, exigen los que aportan ayudas económicas a pueblos como el nuestro, que los regímenes que ostenten el poder, deben ser obligatoriamente respetuosos para con los ciudadanos en toda la extensión de la palabra, si quieren acceder a este tipo de ingresos extras. Pero con un Presidente que no respeta a nadie y que considera a los dominicanos incapaces de conceptualizar, no es raro, que situaciones como las descritas sigan sucediendo en este gobierno. Sin importarle, que se pierdan muchos de estos beneficios. Cuantas inconsecuencias!.

Pues un gobierno, que se precie de fomentar y practicar la democracia en cualquiera de sus vertientes, por más radical que sea en su concepción del poder, si se coyunta con gentes de la más baja especie para espiar a sus adversarios, “que no será capaz de hacer de convertirse en cabeza de un régimen de fuerza”. Además, el solo hecho de acciones deleznables y poco serias como las que hemos descrito, encabezadas por el Odontólogo acostumbrado a esto, hablan claro del rumbo que lleva el País. Ya que se hace patético el axioma popular que reza “dime con quién andas y te diré quien eres” en relación con el que nos desgobierna y que a sus fines inconfesables, permite a elementos como estos, dedicarse a chantajear a políticos y prestantes ciudadanos de todo genero en la Nación.
Dios nos libre y nos ampare de esta terrible coyunta!.

El espionaje telefónico, informático o como sea, en un supuesto sistema democrático, no puede ni deben permitirlo los llamados a impartir Justicia. La violación flagrante de los derechos inalienables de los ciudadanos, sean quienes sean, debe ser respetada. El abuso
a través de las intervenciones a ciudadanos públicos y de prestancia, es una acción politiquera con visos de dictadura encubierta o por lo menos con esos fines de parte de quien nos desgobierna y esa mala practica, debe ser parada y erradicada para siempre. Y los que se han dedicado a esto desde hace tiempo, llevados a la Justicia para expiar sus culpas.

La repetición degenerada y sucia de actos como estos, definitivamente no puede tolerarse en un País en el que ha costado tanto la libertad. Y la acción impune de personeros de la más baja estofa, haciéndole la vida imposible a figuras de cierto nivel, tiene que acabar ya. “El vuelve y vuelve telefónico y ahora informático” es una aberración del mas bajo calibre politiquero y el encubrimiento de estos actos deleznables, ilegales per se, inmorales a todas luces, es la peor de todas las aberraciones gubernamentales. Basta ya de abusos de esta índole Presidente Fernández, el País no tolera mas esta desvergüenza!.

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