La autopsia del cantante revela que su muerte se debió a una combinación de Propofol y Lorazepam administradas por su médico
ELPAIS.com - Madrid - 28/08/2009
El Propofol y el Lorazepam, administrados por el doctor Conrad Murray, provocaron el fallecimiento de Michael Jackson, que ha sido considerado un homicidio. Estas son las primeras conclusiones oficiales de la autopsia del cantante muerto el pasado 26 de junio. Según el informe, hecho público por el forense del Condado de Los Ángeles, las pruebas toxicológicas revelan además la presencia de otros fármacos en el organismo del cantante como midazolam, diazepam (Valium), lidocaína (un anestésico tópico) y efedrina (usada para contrarestar la hipotensión provocada por la anestesia)
El hecho de que se trate de un homicidio no implica que puedan existir cargos criminales contra Murray que, en estos momentos, es el blanco de las investigaciones de la policía.
El pasado lunes el diario Los Angeles Times publicó los detalles del tratamiento que el doctor Murray la administraba a Jackson.
El médico llevaba seis semanas tratándole por insomnio. Había comenzado administrándole 50 miligramos de Propofol diarios hasta que se dio cuenta de que el cantante estaba comenzando a desarrollar una adicción al fármaco y bajó la dosis.
La noche anterior a su muerte el cantante le pidió drogas para dormir. Murray le inyectó lorazepam y midazelam y Jackson había tomado valium por su cuenta, acumulando la combinación de fármacos que acabarían con su vida.
A las 10.40 de la mañana le suplicó que volviera a darle Propofol y Murray Le inyectó los 25 miligramos que ahora el informe de la autopsia confirma como letales.
viernes, 28 de agosto de 2009
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