martes, 7 de julio de 2009

Michael Jackson ¿crónica de una muerte anunciada?


Por: Carlos Gutierres

Yahoo.es


Si nos atenemos a su canción de morphine, encontraríamos que el rey del pop estaba cavando su propia tumba. Demerol, demerol, Oh God he’s taking demerol, Demerol. Oh god he’s taking Demerol… (Demerol, demerol, oh dios está tomando demerol, demerol. Oh, dios, él está tomando Demerol).

No era nada nuevo que M.J. se atiborrara de medicamentos. Quizá desde esa constante carrera por cambiar su físico, por no aceptarse como era, por demostrar a través de una cara irreconocible a la original el “éxito de su liberación”. Desde el uso de desinflamatorios, que son de cajón tras cirugías estéticas, hasta medicamentos - quizá - para blanquear la piel, pasando por regeneradores de piel tras la grave quemadura que sufrió en aquel concierto. Quizá.

¿Habrá sido un asesinato? ¿Habrá sido un suicidio? Quizá. Y es que así fue la vida del creador de Billy Jean, nada certero, un largo quizá. Posiblemente las únicas cosas que uno puede asegurar es que nunca dejó de ser un niño, que nunca dejó de amar y necesitó tanto, como todos los medicamentos que tomaba, el baño de masas encima de un escenario. Él siempre lo reconoció.

La teoría que más fuerza está teniendo, y que yo creo que va por ahí, trata de una medicación: el demerol (nombre comercial de la morfina). Potente opioide que causa adicción, y que es usado para mitigar dolores fuertes. Si no es administrado con cuidado y supervisión médica, además de causar la adicción, puede causar lo que pasó con el cantante.

También creo que fueron una serie de factores que se juntaron, veamos: no es lo mismo 30 que 50 años. Llevaba muchos años sin subirse a un escenario. Planeaba la friolera de nada más ni nada menos que ¡cincuenta conciertos! Las secuelas del dolor que le perseguían de la antigua fractura de una vértebra y de una pierna, la obsesión por la perfección, lo que le obligaba a constantes ensayos y esfuerzos físicos; y un largo etcétera.

¿El médico es el asesino? El reverendo Jesse Jackson, amigo de la familia, dice que cualquier otro doctor habría dicho "Aquí está lo que pasó en la última hora de su vida y yo estaba allí. Le di algunas medicinas'". Yo creo que el doctor Murray, su médico de confianza, desapareció porque tuvo miedo y fue en busca de protección legal con su abogado. ¿Qué doctor de cabecera, en su sano juicio, administraría medicamentos que pongan la vida en serio riesgo, sabiendo la que puede caer siendo el paciente quien era? No es lógico. Hay que ser tonto para intentar asesinar de esa manera a una de las personas más famosas del mundo. Otra cosa muy diferente sería que, tras una administración con todas las precauciones tomadas, el organismo reaccionaría de una manera anormal, pero eso es otra cosa.

Apuesto a que todo terminará en una “muerte por exceso de medicación”, más todos los agravantes arriba mencionados, y que se fueron confabulando para terminar con su muerte, como fue su vida: de forma singular.

Pero más allá de suicidios, asesinatos. Debemos de ver que nos ha dejado un artista. Que los nacidos desde los cincuenta hasta los ochenta de una u otra manera hemos vibrado con su música, de una u otra manera algo tenemos que ver con Michael Jackson. Con ver este vídeo se puede entender que sólo un verdadero artista puede hacer vibrar a las masas de tal manera. El rey del pop ha muerto. ¡Viva el rey!

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