viernes, 10 de julio de 2009

Los bastardos de Joaquín Balaguer

Por: Alberto E. Borda Objio
Periodista dominicano residente en Estados Unidos


Las historietas que se entretejen en torno a las figuras que han ocupado posiciones de Estado y que generalmente son prefabricadas por ellos mismos o por sus acólitos más cercanos con el fin de mistificarlos como deidades superiores a los demás mortales, terminan siendo como los cuentos de hadas, que nadie las cree o que pasan a ser la prueba fehaciente de sus indignidades encubiertas por medio este tipo de estratagema sórdida y de mal gusto, que recuerda a las películas de mala calidad a las que todos le llaman clavos y que pronto pierden audiencia por lo frustratoria que resultan para el publico.

Me refiero, al cuentazo desacreditado de que Joaquín Balaguer no tuvo hijos. Cosa que siempre negó el Dictador ilustrado y que al final de sus días, como por encanto, empezaron a aparecer sus descendientes bastardos en diferentes sitios incluyendo al más conocido quien se ha encargado de que todo el mundo sepa de su filiación familiar con el tirano intelectual y quien habla de su padre de forma muy agradecida por la oportunidad que le dio de prepararse y nombrarle como Fiscal del Distrito Nacional y Secretario de Estado y lo que le aconsejaba en torno a procurarse un liderato sobre la base del trabajo y esfuerzo propio, pues según el, los lideres no heredan esta condición sino que la construyen.

El objeto de esta negación interesada hasta cierto punto se justificaba. Y es que como ególatra que era Balaguer, no le interesaba que por vínculos paternales se fuera a usar a los bastardos para crearle problemas a su obra de gobierno que sonó desde niño. Y cabe la posibilidad de que así hubiera sucedido, pues fueron procreados de forma subrepticia, y circunstanciales las relaciones que produjeron el embarazo de las que le dieron hijos y podían haber aprovechado la relación para hacerle presión en pos de prebendas y hasta prestarse algunos, como objeto de chantaje por parte de sus contrincantes políticos.

Hijos bastardos. Pues no gozaron del reconocimiento legal ni moral por parte del autócrata de los doce años famosos. Y si acaso recibieron alguna ayuda, casi siempre y según los testimonios de ellos, se hizo a través de testaferros cercanos y leales al líder del Partido Reformista. Pero, es sabido, que fue muy poca en relación al poder que ostento y del cual pudo brindarles su manto protector. Uno de ellos afirmo, “fue un mal padre y no sentí nada cuando murió”. Así expresan sus sentimientos muchos de ellos.

De esta historieta novelesca post morten de Joaquín Balaguer y sus bastardos, los responsables de mistificar la figura del peor de los gobernantes que hemos tenido los dominicanos (por sus acciones represivas y abusadoras) tratan por todos los medios de seguir negando la existencia de descendientes, aun y cuando algunos de los más cercanos colaboradores han admitido públicamente que si los hubo (caso de Perelló y Read Vitini), y que ellos mismos se han dado a conocer. Lo que buscan los lacayos del ex mandatario con esta actitud, es vender una imagen de lealtad y autoproclamarse como herederos de los secretos del tirano con fines no confesables.

No sabiendo, el papelazo que hacen, como en el caso de uno de sus parientes que fue un destacado funcionario en su gobierno en el área de la diplomacia, que se dedica a desmentir y despotricar contra quienes airean el tema de las debilidades humanas de Balaguer. Cuando de todos es conocido, que sus preferencias sexuales se hicieron públicas muchas veces. Se recuerdan conflictos ocurridos en el entorno del mandatario cuando una nueva estrella del reformismo apareció en escena y hasta de agresiones fue objeto por otras que estaban en decadencia.

Muchas conjeturas se han hecho en torno a la vida cuasi-mística del Dr. Balaguer, pero la que más ha intrigado, es la que ha dado motivo a suspicacias en relación a sus preferencias sexuales. Mientras los que entretejen su vida misteriosa, reafirman lo que él siempre dio como motivo para no casarse, la protección que como hombre tenía que darle a su madre y hermanas, otros mas avezados y responsables, han dicho que todo lo que se ha escrito es un mito y que a lo que él le profesaba amor era al poder político.

Lo cierto es que el tema Balaguer al igual que su forjador Trujillo, siempre apasiona y será objeto de debate y disquisiciones. Pero lo que es seguro, es que como gobernante recio, intolerante e indiferente ante los reclamos de las mayorías y fomentador y propiciador de la corruptela en la Nación, nadie le arrebatara el titulo por muchos años, y aunque parientes y lacayos beneficiarios de su impronta como gobernante traten de negar y justificar sus malas artes politiqueras y humanas, los bastardos que andan por ahí, seguirán reclamando la paternidad de tan irresponsable figura pública y trascendente.”Los bastardos de Joaquín Balaguer”.

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