jueves, 16 de julio de 2009

La doble moral del Presidente Fernández

Por: Alberto E. Borda Objio
Periodista residente en Estados Unidos

Esto no hay quien lo comprenda. Mejor dicho, si, lo entendemos. Cada vez que hay problemas de levantamientos en el pueblo o denuncias graves de actos de corrupción administrativa, así como cualquier situación adversa que afecte la imagen que quiere vender el Presidente Fernández, este se inventa un viaje al exterior. Donde ya, están acostumbrados a su pontificación en beneficio de los más pobres y los subyugados por el sistema que él representa en su País. ¿Doble moral?

Las ambivalencias de este personaje que desgobierna la Nación dominicana dejan al desnudo una actuación, que ni los más galardonados actores de Hollywood han logrado en sus películas del séptimo arte. Ni siquiera los que en repetidas veces han obtenido el Oscar por sus representaciones filmográficas. Una evasión exprofeso para no dar la cara ni buscarle solución a los problemas internos del País. Doble moral!

Mientras esto sucede en el suelo patrio, el personaje de marras, se dedica a ofertar soluciones a las más diversas situaciones reinantes en el mundo. Pero, la gravedad inconmensurable de lo que aquí pasa, ni siquiera lo mortifica o preocupa. Pues cada vez que esconde la cabeza como el avestruz, deja claro y establecido que le importa muy poco la suerte de los dominicanos. Solo los enfrenta retóricamente con sofismas baratos, cuando hay comicios cerca o es necesario publicitar en el exterior su imagen de pontífice trasnochado. Doble moral!

El desparpajo que exhibe en sus actuaciones, está destruyendo la confianza del pueblo en sus instituciones. Y es que Fernández, a sabiendas de todo lo que se está moviendo en la Nación con relación al descalabro institucional por concepto de la prevaricación y el cohecho, no hace nada al respecto. Dando a entender claramente y sin ninguna duda, que detrás de todas las inconductas de sus funcionarios, esta la voluntad presidencial de que esto se mantenga en esas condiciones, con fines inconfesables. Doble moral!

Por un lado, fuera del País ataca la corrupción y critica acremente a los que trazan las pautas mundialmente, haciéndose el gracioso con los gobernantes homólogos de América y que están mas cerca del socialismo bolivariano de Chávez y Fidel, y en el terreno donde debería actuar cónsono con sus predicamentos internacionales, fomenta con su irresponsabilidad presidencial el desarrollo de las mas rampantes de todas las inconductas que se han observado en toda nuestra historia republicana. ¡Doble moral!

La denuncia permanente de la opinión publica de las indelicadezas administrativas, por no decir robo, despojó, peculado, contubernio; es cada vez menos escuchada y a todo el que expone en los medios cualquier situación ilegal o inmoral en el manejo de la cosa pública, le caen arriba como avispas, todas las bocinas pagadas del gobierno para despotricar y desacreditar las informaciones que se ofrecen a la ciudadanía a través de la prensa. Todo un sistema orquestado desde palacio para justificar las malas acciones de los que dirigen los estamentos del País. ¡Doble moral!

Los pagos en “publicidad’ innecesarios, para solventar el concubinato con algunos medios, producen la autocensura indecente de los llamados a denunciar a los malandrines que están saqueando impunemente las arcas del País. La dirección presupuestaria de la Nación y los organismos reguladores del manejo económico de los fondos públicos, se hacen los de la vista gorda ante las pruebas fehacientes ofrecidas por quienes se atreven a denunciar el desmantelamiento de las instituciones estatales y al propio gobierno en sí. ¡Doble moral!

La orquestación de los planes de evasión de responsabilidades, es atribuida al más alto ejecutivo del País. Pues se asegura, que la actitud irresponsable en dicho funcionario, es la que propicia las malas artes administrativas. Y hay quienes dicen, que trabajan en palacio, personeros del mandatario, que su labor es de enlace entre los corruptos y el mandamás para no dejar rastros de su participación en los deleznables hechos denunciados a diario. Y que por eso, la indiferencia del Presidente ante la asquerosa situación existente en el país, hace que se imposibilite su erradicación o por lo menos el combate contra esta. Demostrándose de esta forma,”la doble o triple moral del Presidente Fernández”!

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