Por: Alberto E. Borda Objio
Periodista dominicano residente en Estados Unidos
El escándalo de corrupción administrativa en la institución regente del sistema eléctrico nacional destapado por la periodista Nuria Piera en su programa de televisión, lo que produce es pena y vergüenza. Pena, porque muestra el rumbo que lleva la Nación en los aspectos de la administración de los recursos nacionales. Y vergüenza, pues es una ignominia que técnicos profesionales supuestamente calificados y ostentando posiciones de mando de estamentos del Estado, se dediquen al dispendio y robo de los dineros del pueblo violando todas las leyes y cánones existentes en materia de gerencia publica y que nadie le ponga un pare a esta situación lesiva per se para la ciudadanía.
Cuarenta parientes directos del que dirige la institución eléctrica en cargos de todo género y con salarios lujosos en comparación con la media de empleados públicos, no tiene ejemplo ni madre en la historia. El lucro a base de sangrar el peculio nacional con contratas disfrazadas para sus empresas privadas también es otra barbaridad por parte del Ing. Radhames Segura, quien en su afán por enriquecerse al amparo de la institución estatal, no se ha detenido en nada y utilizando las malas artes administrativas, ha llenado sus arcas personales con los dineros de la población que paga por un servicio eficiente de energía que nunca recibe y del cual se le vive haciendo cuentos.
Pero esto no es nada, lo peor de toda esta pesadilla, es la cantidad de millones utilizada para el pago de bocinas periodísticas a su servicio que justifican y defienden la actuación y el latrocinio cometido por Segura a las arcas nacionales. El nepotismo vergonzoso y la malversación de fondos de la administración de la CDEEE no tienen otro nombre que no sea robo y delincuencia autorizada por el mayor funcionario de la Nación Leonel Fernández. Quien ha mantenido a este depredador en esa posición a sabiendas de sus apetencias políticas presidencialistas y que como Presidente sabe por demás, que es con dinero que se le puede caer atrás a esa posición. Además, que Funglode su instrumento, ha resultado beneficiaria de la depredación de Radhames Segura.
La supra estructura politiquera que ha formado este funcionario con los dineros de los que pagan sus impuestos, es un hecho que conoce muy bien quien dirige la Nación. Pues no es el único caso de corrupción rampante en instituciones del gobierno, ni del grupo de bandidos asociados a quien nos desgobierna. No nos cabe dudas, que esto se ha producido con el permiso del mandatario. Ya que los que él designa en estamentos medulares de la administración publica, gozan de la confianza absoluta de quien dirige el País. Esto, es todo un organigrama delincuencial alrededor del Presidente y de donde salen los recursos para las atrocidades politiqueras promovidas por su equipo de facinerosos y lacras que ostentan posiciones de mando en el Estado dominicano y que operan bajo su manto protector.
El afán de lucro desmedido de todos estos ladrones que manejan los fondos públicos, no tiene fin. La insaciabilidad ha llegado a límites irracionales por el temor existente de que en las próximas elecciones presidenciales tendrán que irse, ya que el filibustero mayor no podrá aparentemente nominarse de nuevo. Y hay que correr contra el tiempo antes de que llegue ese momento no vaya a ser que los fondos se agoten y no se llenen las arcas lo suficiente para saciarse y acumular por los cuatro anos de receso que se avecinan antes de poder aspirar de nuevo a la presidencia. Y además, saben que necesitaran recursos con que poder sostener a sus acólitos en el lapso del que hablamos.
Pero todo se quedara igual! La impunidad es costumbre y la costumbre hace ley dice el dicho popular. El contubernio de las autoridades con los que ostentan la dirección de la Justicia es un muñeco muy bien armado y solo se podrá desarmar cuando aparezcan hombres de verdad que estén dispuestos a enfrentar todo el mecanismo de operación mafioso que desde hace tiempo funciona en el aparato gubernamental dominicano y en el cual el Ing. Segura y todos los bandidos que le rodean y apañan sus operaciones ilícitas y antiéticas son solamente otro de los engranajes manejados desde el palacio nacional.
No nos llamemos a engaño, el desastre institucional de la Nación, se ha acelerado en manos de los tecnócratas del PLD. Pues no se puede negar que han aprendido muy bien la lección que le dejaron como herencia los dos caudillos creadores de este sistema entramado de delincuencia gubernamental. La hipocresía y la irresponsabilidad mostradas por quien nos dirige como Nación, fueron las actitudes predominantes en el carácter de los que son utilizados como paradigmas por Leonel Fernández para desbancar al País y enriquecerse a costa del sacrificio del pueblo, usando delincuentes profesionales como punta de lanza del cohecho y la prevaricación.
El engendro que produjeron los que se asociaron en la sombra para hegemonizar el control gubernamental del Estado, ha resultado un producto de superior magnitud en cuanto al descaro y desfachatez para la justificación de sus desmanes politiqueros y depredadores de la cosa pública. La asociación delincuencial con profesionales que se han especializado en los entramados mafiosos para el despojo de los dineros del pueblo, supera por mucho a sus Maestros de las lides político-depredadoras de la Nación. Lo sucedido en la CDEEE no es nada comparado con lo que está pasando en los estamentos financieros del gobierno. Pero tiempo habrá para que salgan a la luz pública estas otras estratagemas ilícitas e inmorales de los socios del Presidente Fernández y la agrupación de filibusteros que le acompañan en su gobierno. Pena y vergüenza es lo que da este País!.
lunes, 6 de julio de 2009
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