Otra Componenda Politiquera

Por: Alberto E. Borda Objio.
Periodista Dominicano Residente en Estados Unidos

Florida, USA.- Los pactos o contubernios a que han llegado los partidos de oposición con el mandatario que desgobierna el País, recuerdan el refrán aquel que dice, “algo huele mal en Dinamarca”. Y es que nunca se había visto una situación como la que se está fraguando con la complicidad de los grupos que supuestamente adversan al Presidente y que parece ser que estamos delante de una componenda gubernamental de corte totalitaria y politiquera de mal gusto.

Porque es insólito que ambos grupos estén apoyando lo que antes combatían. El hecho de que el candidato en ciernes del P.R.D. haya decidido ponerse de acuerdo con el Presidente bajo el supuesto de que el gobernante no se podrá reelegir al final de este cuatrienio, crea suspicacias legitimas en los que han seguido de cerca todos los pactos de papel que se han efectuado en la Nación y que la lógica determina que este tampoco se va a cumplir.

Pues, las disimiles posiciones de los acuerdohabientes, habla claro de lo difícil que es mantener la palabra empeñada en este tipo de asuntos donde las ambiciones juegan un papel preponderante. Y que de esta tormenta propagandística acerca del pacto, quedaran pocos recuerdos cuando Leonel cambie de opinión luego de una jugada maestra para deshabilitar o desacreditar a su oponente y que es, lo que parece ser se está orquestando desde ya en palacio.

Nadie entrega el poder así por así. La historia está llena de ejemplos al respecto. Los pactos de esta naturaleza nunca se han cumplido y ahora no va a ser de otra manera. Ya empezaron a dar los pasos con el nuevo acuerdo con los remanentes reformistas que encabeza Quique Antún. Y desde ya se anuncia como próxima cabeza dirigencial de los coloraos al Canciller Morales Troncoso, quien es el Cómplice absoluto del gobernante en esta estratagema que se está llevando a cabo y que el objetivo, no es otro, que si las circunstancias lo ameritan, llevar al Presidente como candidato de ese ventorrillo en desguañangue, y arrastrar las tendencias que lo siguen.

Con una decisión de esta naturaleza, tomada claro está, ante la rebelión del comité político del P.L.D. en un momento dado, ya que esto se espera, pues los danilistas no parece que van a ceder ante el avasallamiento troglodita del mandatario, se logran varios objetivos a la vez. Con las canonjías que se le han ofertado a los congresistas del P.R.D. y el descredito que se busca para con Miguel y que no será difícil, pues el gobernante contara con los adversarios de este dentro del partido blanco - los viejos robles inconformes y cuidado si también los del P.P.H.- que le harán el trabajo necesario y requerido para justificar su cambio de opinión en cuanto a la búsqueda de la reelección.

En el otro escenario de estrategias maquiavélicas, con los reformistas dirigidos por Leonel desde ya, y lo que esto implica, obras, contratas, empleos, sobornos y una gama de variadas canonjías, se asegura el Presidente, el liderato absoluto de una agrupación en desbandada y donde las cabezas lo que buscan es el beneficio mercurial que produce el peculado y las tratativas. Desarmando de esa manera, la posible objeción de lo que queda de oposición. Y con esto, comenzar definitivamente su camino hacia la reelección continua sin trabas legales que lo impidan.

De esta forma, se asegura el mandatario, su trascendencia histórica y política definitiva. Pero a la vez, fragmenta de un solo tirón, al partido que logro casi arrebatarle el poder en los pasados comicios. Y también, se hace dueño absoluto de la herencia balaguerista por así decir, ya que contara con los votos tradicionales de Balaguer y lo de los peledeistas que le siguen incondicionalmente, fraccionando también de esa manera, al partido de Juan Bosch y con esto, acabar para siempre con las aspiraciones de Danilo. Mientras tanto, sigue en su cruzada viajera agenciándose el respaldo de organizaciones internacionales y gobiernos homólogos a sus malsanas intenciones. Demostrando con esta jugada extraordinaria, que el pacto de marras firmado, no es más que otra componenda politiquera. Que bárbaro!