
Por. Alberto E. Borda Objio
El Autor es un Periodista Dominicano
Radicado en los Estados Unidos
Florida, USA.- En medio de la crisis que viven los países del primer mundo, la cual afecta inmisericordemente a todos los ciudadanos del universo, las naciones latinoamericanas se encuentran en una disyuntiva propia de su categoría de comunidades pobres dependientes de las principales economías en problemas. Teniendo como opción única el seguir el rumbo trazado por aquellos que hoy no pueden hacer nada por ellos, o escuchar los cantos de sirena de quienes propugnan por cambios que la experiencia a demostrado no solucionan las aspiraciones de una mejor calidad de vida.
Así las cosas, vemos como la mayoría de países de Latinoamérica, enfrentan hoy día el demonio de la corrupción política y el infierno del tráfico y consumo de drogas, además de la tragedia migratoria y la trata de blancas, de personas y la delincuencia de cuello blanco así como la miseria degradante propiciada por aquellos que amparados en el apoyo de los países del primer mundo, desmantelan de forma indolente el erario público de los Estados más pobres, usando de forma indecente el poder adquirido casi siempre por acuerdos y contubernios entre los politiqueros que dirigen el panorama de estos pueblos y las potencias de quienes dependen.
Por otro lado, cada día que pasa, muchos de estos países, por la desesperación en que se encuentran sus ciudadanos, se ven atraídos por las promesas que les ofertan los que buscan alzarse con el santo y la limosna del deteriorado sistema capitalista. Embarcándose en aventuras utópicas también politiqueras y demagogas y que alejan definitivamente las posibilidades de progreso y desarrollo a aquellos que se dejan engañar con las falsas promesas de mejoría que le hacen los que intentan revivir sistemas obsoletos y desfasados de la realidad que aspiran los pueblos latinoamericanos.
Lo triste, es que en los momentos actuales, no se ve ninguna posibilidad de avance a corto plazo y la miseria y males endémicos de estos pobres pueblos, avanza a pasos gigantescos como consecuencia de las taras que ha dejado el capitalismo salvaje en las naciones empobrecidas y que hoy se encuentran abandonadas a su suerte y condenadas a la más espantosa y lúgubre desesperanza, pues ahora sus antiguos protectores, no tienen como tenderles la mano, ni siquiera permitiéndoles la válvula de escape de la inmigración que era lo que evitaba que explotaran estas calderas en ebullición.
El dilema de los latinoamericanos, augura momentos y situaciones dolorosas para estos pueblos, en muchos de los casos, volveremos casi seguro a viejos patrones de gobierno como dictaduras, en otros, llegaran de nuevo los levantamientos en armas y la sedición, pero en los más; el libertinaje y la anarquía que provienen de la corrupción rampante y el desarrollo de narco-estados, serán la constante por la pérdida de conciencia de sus ciudadanos como consecuencia de la actuación de malos gobiernos, la delincuencia y el negocio del tráfico de drogas.
Que solución será la que buscaran los “cerebros aventajados” de estos países en decadencia?. Cuales alternativas le ofertaran a estos pueblos desesperados? . Por el momento todo lo que se ve, solo son promesas politiqueras, acompañadas de figuras desacreditadas y poco potables, que buscan solamente sus propios beneficios personales a costa del sufrimiento de las mayorías. La desesperanza en que están sumergidos los latinoamericanos ante tantas dicotomías, no hace mas que acentuar la perdida de fe en las poblaciones pobres que habitan estas tierras de nadie y donde lo que reina es la incertidumbre por doquier. Que panorama mas sórdido el que tenemos!.
El Autor es un Periodista Dominicano
Radicado en los Estados Unidos
Florida, USA.- En medio de la crisis que viven los países del primer mundo, la cual afecta inmisericordemente a todos los ciudadanos del universo, las naciones latinoamericanas se encuentran en una disyuntiva propia de su categoría de comunidades pobres dependientes de las principales economías en problemas. Teniendo como opción única el seguir el rumbo trazado por aquellos que hoy no pueden hacer nada por ellos, o escuchar los cantos de sirena de quienes propugnan por cambios que la experiencia a demostrado no solucionan las aspiraciones de una mejor calidad de vida.
Así las cosas, vemos como la mayoría de países de Latinoamérica, enfrentan hoy día el demonio de la corrupción política y el infierno del tráfico y consumo de drogas, además de la tragedia migratoria y la trata de blancas, de personas y la delincuencia de cuello blanco así como la miseria degradante propiciada por aquellos que amparados en el apoyo de los países del primer mundo, desmantelan de forma indolente el erario público de los Estados más pobres, usando de forma indecente el poder adquirido casi siempre por acuerdos y contubernios entre los politiqueros que dirigen el panorama de estos pueblos y las potencias de quienes dependen.
Por otro lado, cada día que pasa, muchos de estos países, por la desesperación en que se encuentran sus ciudadanos, se ven atraídos por las promesas que les ofertan los que buscan alzarse con el santo y la limosna del deteriorado sistema capitalista. Embarcándose en aventuras utópicas también politiqueras y demagogas y que alejan definitivamente las posibilidades de progreso y desarrollo a aquellos que se dejan engañar con las falsas promesas de mejoría que le hacen los que intentan revivir sistemas obsoletos y desfasados de la realidad que aspiran los pueblos latinoamericanos.
Lo triste, es que en los momentos actuales, no se ve ninguna posibilidad de avance a corto plazo y la miseria y males endémicos de estos pobres pueblos, avanza a pasos gigantescos como consecuencia de las taras que ha dejado el capitalismo salvaje en las naciones empobrecidas y que hoy se encuentran abandonadas a su suerte y condenadas a la más espantosa y lúgubre desesperanza, pues ahora sus antiguos protectores, no tienen como tenderles la mano, ni siquiera permitiéndoles la válvula de escape de la inmigración que era lo que evitaba que explotaran estas calderas en ebullición.
El dilema de los latinoamericanos, augura momentos y situaciones dolorosas para estos pueblos, en muchos de los casos, volveremos casi seguro a viejos patrones de gobierno como dictaduras, en otros, llegaran de nuevo los levantamientos en armas y la sedición, pero en los más; el libertinaje y la anarquía que provienen de la corrupción rampante y el desarrollo de narco-estados, serán la constante por la pérdida de conciencia de sus ciudadanos como consecuencia de la actuación de malos gobiernos, la delincuencia y el negocio del tráfico de drogas.
Que solución será la que buscaran los “cerebros aventajados” de estos países en decadencia?. Cuales alternativas le ofertaran a estos pueblos desesperados? . Por el momento todo lo que se ve, solo son promesas politiqueras, acompañadas de figuras desacreditadas y poco potables, que buscan solamente sus propios beneficios personales a costa del sufrimiento de las mayorías. La desesperanza en que están sumergidos los latinoamericanos ante tantas dicotomías, no hace mas que acentuar la perdida de fe en las poblaciones pobres que habitan estas tierras de nadie y donde lo que reina es la incertidumbre por doquier. Que panorama mas sórdido el que tenemos!.


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