Por. Alberto E. Borda Objio.Periodista dominicano radicado en U.S.A.
La rimbombancia con que se dio a conocer los resultados del acuerdo entre Leonel y Miguel, que ha traído como es natural, opiniones encontradas entre la ciudadanía y especialmente en grupos políticos de diversas tendencias, considerándolo algunos, como acertado de parte de ambos dirigentes y en otros casos como una dicotomía politiquera de mal gusto, convierte esto en una preocupación para muchos que conocen la reacción de los funcionarios que ocupan posiciones en el aparato del Estado.
Que ante una decisión de tal magnitud por parte del Jefe del Gobierno y Presidente del partido al cual pertenece, lo mas lógico es que cunda el pánico en los que manejan las instituciones gubernamentales. Y esta preocupación, puede crear actuaciones desaforadas en el manejo de los recursos económicos que generan estos estamentos. A los fines de asegurarse sus incumbentes, la seguridad financiera que por razones elementales del desafuero, cuando termine el periodo presidencial, no vaya a sorprenderles a estos, con sus arcas personales vacías.
El hecho de pensar que en cualquier momento los pueden destituir y que tendrían que esperar un cuatrienio por lo menos para volver a sentarse en el trono, los hace pasible de grandes angustias y desesperación, que se generan como consecuencia del miedo que les causa el anuncio de la no-reelección por parte del gobernante. Haciendo, que los que administran la cosa publica, la ansiedad y miedo de verse fuera de la administración gubernamental, que les produce pingues beneficios y comodidades; haga que empiecen una carrera loca de desfalcos y manejos turbios de los bienes del pueblo, trayendo como consecuencia la anarquía en las instituciones del Estado.
Esto, no es nada nuevo en el País. Pero si la antelación del anuncio del acuerdo a que se ha llegado y lo estruendosa de su propaganda, y es que de todos en la Nación es conocido, que los funcionarios van a los puestos públicos con el fin de resolver sus problemas personales. Haciendo de estas instituciones, sus centros de operaciones de negocios de todo tipo y habitad de las mas diversas malas maneras de administrar los fondos del erario publico, siempre, como se dice vox populi, a buscar lo suyo, sin pensar en el perjuicio que se causa a la Nación de todos.
Creemos, que detrás de ese cacareado acuerdo, existen otras condiciones que no se han anunciado y dado a conocer. Ya que para que no se desestabilice la situación económica mas de lo que ha llegado y no se deteriore la imagen del gobierno definitivamente y para siempre, algún tipo de prebendas cuantiosas se les habrá prometido a los funcionarios para que no haya una estampida de peculado y corrupción de quienes se sienten con el acuerdo, con la soga al cuello; amenazados en sus intereses personales económicos espurios.
“Después de mí, el diluvio.” Es la forma de pensar de las mayorías que ocupan los puestos claves del aparato gubernamental y esto lo sabe todo el mundo. Por esto, lo más normal es que haya suspicacias en torno a los resultados del famoso acuerdo y es que se sabe a ciencia cierta, que de todos los que se han efectuado en la historia republicana del País, pocos se ha cumplido, entre ellos, el que llevo a Leonel al solio presidencial por primera vez y esto, que fue una triquinuela, que ni el mismo Balaguer pensó, que el tiro le iba a salir por la culata, como de hecho le sucedió.
Entonces, la gente ya esta diciendo, que en este acuerdo el Presidente engañó a Miguel Vargas y que después de que se apruebe lo que el gobernante quería de verdad, ya habrá tiempo de cambiar de opinión, pues son tres anos que faltan y se sabe, que aunque no pueda volver a postularse en el dos mil doce, esto no quita que ponga a un “testaferro o una testaferro” y haga de nuevo las trampas acostumbradas por los politiqueros del patio. O es que el pueblo no recuerda la sentencia que ante la pregunta de un periodista, respondió el Dr.Balaguer; sic. ‘Es que todavía usted cree en políticos?”. El anuncio del acuerdo de marras, por su antelación, ha sido muy desafortunado!.
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