sábado, 25 de abril de 2009

Mujeres invaden las universidades

Por Felivia Mejía /El Caribe

La educación y la preparación académica superior son llaves capaces de abrir todo tipo de puertas.

Sobre todo las mujeres están conscientes de ello y eso se refleja en las universidades donde más del 60 por ciento de la matrícula general que se registra en el país corresponde al género femenino.

Los datos más recientes que ofrece la Secretaría de Estado de Educación Superior Ciencia y Tecnología (Seescyt) revelan que para el 2005 el 61.1 por ciento (196,904) de la matrícula en las universidades era femenina en contraste con el 38 por ciento (122,531) correspondiente al sexo masculino, el resto (2,876) no especifica sexo.

Se estima que la variación hasta la actualidad es muy mínima, con tendencia al aumento de la presencia femenina.

Esto no significa que los hombres no están estudiando, aclara la titular de la Seescyt, Ligia Amada Melo, sino que más mujeres acuden a las universidades.

“La situación económica hace que muchos hombres se preocupen más por buscar trabajo que por estudiar. O sea, los presiona más dedicarse al trabajo y eso hace que no puedan dedicarse a prepararse”, explica.

Hoy es tiempo favorable para una presencia mayoritaria femenina en las aulas. No obstante, a largo plazo habrá equilibrio en la participación del hombre y la mujer, considera la directora del Instituto de Estudio e Investigación de Género de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (Uasd), Agnes Mirqueya Mateo.

“La irrupción de las mujeres es tan masiva que es relevante el grado y la proporción en la que ellas están presentes, dada su histórica ausencia”, opinó.

Mateo señala que los inicios de esta “invasión” en la educación superior se remontan a la época del Movimiento Renovador de la Uasd, a mediados de la década de 1960, que cambió por completo las formas de inserción, y que es en la década de 1980 que cobró mayor fuerza.

La vicerrectora de Asuntos Docentes y Estudiantiles de la Universidad Apec asegura que ese comportamiento se observa en Hispanoamérica y Europa.

“La mujer sabe que tiene una jungla social y laboral a la que enfrentarse como adulta. Sabe que posicionarse en el mercado laboral para ella es difícil, por su género, lo que le hace consciente de que precisa de educarse para la vida y durante toda su vida más que los hombres”, apunta Dalma Cruz Mirabal.

La coordinadora general del Centro de Estudios de Género del Instituto Tecnológico de Santo Domingo (Intec) sostiene que la incursión de las mujeres a la universidad es el resultado de su incorporación en el ámbito público en todos los órdenes y la necesidad de tener un desarrollo personal que las posicione económicamente y les permita ingresos para un proceso de movilidad social.

“Las mujeres están en la búsqueda de tener mayores capacidades económicas, sociales y políticas, naturalmente, eso se logra a partir de la formación”, dice Lourdes Contreras.

Mateo y Contreras destacan que las mujeres se gradúan en las profesiones que guardan similitud con las labores que ellas realizan en el hogar.

Es por eso que la matrícula femenina sobresale en medicina, las diferentes áreas de humanidades y las ciencias sociales, mientras que los hombres predominan en la ingeniería, agronomía y veterinaria.

“En el fondo se están preparando para reproducir lo que saben hacer. Parte de la lucha que tenemos hoy es girar un poco esa visión para alcanzar la diversificación para que nuevos aspectos de economía y sociedad puedan ser abordados por mujeres”, dice Mateo.

Un repaso por la actual matriculación de la Uasd revela que el 65 por ciento es femenina y el mismo comportamiento de mayoría se nota en los campus regionales de esta institución.

En el Intec, aunque refleja una mayoría masculina, las mujeres llevan la delantera en todas las carreras, a excepción del área de ingeniería, de ahí la diferencia.

El éxito no es el mismo en el ámbito laboral donde aún las mujeres no son más en el área de dirección.

Contreras señala que “no hay correspondencia aún ni con los niveles de ingresos ni con el reconocimiento social de esas capacidades. Mientras más alto nivel de estudios tiene la mujer, más amplia es la brecha frente a los ingresos que recibe”.

Y agrega: “A medida que el nivel educativo se eleva, aumenta la brecha salarial, indicando que las causas están relacionadas con su condición sexual”.

Cruz Mirabal expresa que existe un techo de cristal basado en estereotipos que persisten a pesar de la demostración que despliegan las mujeres a diario.

“A las mujeres nos educan para sentirnos culpables de aspirar demasiado. Sólo se nos permite aspirar a un marido y un hogar. De decidirse a tener marido, hogar y trabajo siempre te dicen que alguno harás mal”, dice la académica de Apec.

Considera que la discriminación de género existe porque quienes dirigen las empresas se niegan a entender la necesidad de enfocarse hacia la excelencia y la calidad, dejando a un lado los estereotipos que siempre se han impuesto.

Mujeres presentan mejores calificaciones

En las graduaciones de las diferentes universidades del país, la mayoría de los reconocimientos por alto rendimiento académico lo reciben las mujeres.

“Son más consistentes y sistemáticas en el estudio”, afirma la secretaria de Educación Superior, Ciencia y Tecnología, Ligia Amada Melo.

Entre las razones se cita que la mujer es más dedicada y entregada a los estudios, motivada por su deseo de superación y de ser un ente productivo e independiente.

“Las muchachas encabezan las listas de excelencia académica no sólo por sus calificaciones, en especial, por la integración y la calidad de su participación en los diferentes programas”, dice Agnes Mirqueya Mateo. Además, el estilo de vida femenino facilita una mejor concentración para estudiar.

“Hemos demostrado que somos más entregadas, disciplinadas y organizadas.

En la PUCMM a nivel de los graduandos, el 60% de los honores corresponde a mujeres”, afirma Mu-Kien Adriana Sang, vicerrectora académica de la PUCMM.

El campo laboral es dominado por los hombres

La incursión de las mujeres en el ámbito laboral no se presenta en estado de igualdad con el género masculino pese a que ellas lideran las estadísticas de formación académica.

Cifras generadas por el Banco Central de la República Dominicana a partir de la Encuesta Nacional de Fuerza de Trabajo señalan que en el área de gerentes y administradores predominan los hombres de forma abrumadora.

“El mundo laboral sigue cerrando sus puertas a las mujeres. Se sigue signando a las mujeres en el renglón de “otros servicios” de forma mayoritaria”, señala Lourdes Contreras.

El rector de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (Uasd), Franklin García Fermín, considera que esa situación de inequidad cambiará en un futuro no muy lejano.

“La mujer dominicana será la fuerza motora del desarrollo del país. Porque es ella la que se está interesando en la preparación en un mundo en el que los conocimientos constituyen la principal vía de progreso”, sostiene García Fermín.

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