martes, 14 de abril de 2009

“Herencia de Los Caudillos”


Por. Alberto E. Borda Objio
Email:borda_usa@yahoo.com


Florida, USA.- Los estudios del genoma humano han traído mucho discernimiento y aprendizaje a la ciencia acerca del comportamiento genético del ser humano. La herencia celular que se trae de fábrica es fundamental en el desarrollo de las potencialidades para adquirir casi todas las enfermedades existentes. Esto es un hecho irreversiblemente cierto en cuanto a la biología de las personas se trata. Y estas investigaciones, han producido grandes beneficios a la humanidad para el tratamiento, combate y prevención o profilaxis de numerosos padecimientos del hombre.

Lo que no se ha traído de fábrica, y esto se ha comprobado hasta la saciedad por los estudiosos del comportamiento conductual humano, son los malos hábitos y las inconductas que desarrolla el human being en el trayecto de su formación como persona. Lo cual está estrechamente ligado de manera insoslayable, al medio donde se desenvolvió y desarrolló y a las costumbres que se les enseñaron y a los ejemplos que pudo observar en su vida cotidiana y familiar así como social y educacional.

Pero hay otras influencias que actúan de forma negativa y que sirven de atracción para el moldeo de las características de las gentes. Estas pueden jugar y de hecho inciden fuertemente en la personalidad de los seres humanos. Los ejemplos negativos o positivos de quienes en un momento dado se encuentran en posiciones hegemónicas y que como resultado de esas coyunturas encabezan gobiernos, organizaciones políticas o sociales, deportivas, religiosas y hasta artísticas, desarrollan místicamente, un poder sobre aquellos que le siguen, que hace que los humanos inconscientemente hagan catarsis de sus personalidades y de manera increíble se aboquen a verse involucrados en situaciones que le hace modificar todos los principios adquiridos en su desarrollo.

De esto trata este artículo. De el mal ejemplo que los dominicanos heredaron de los que a través de la historia de los últimos cincuenta anos los han gobernado y dirigido en las diversas estructuras politiqueras existentes y desaparecidas, jugando un papel preponderantemente negativo en el comportamiento conductual de los Quisqueyanos. Pero también, aquellos regentes de los diferentes estamentos de la sociedad que, llamados a predicar con el buen desenvolvimiento de sus acciones lo que han hecho es todo lo contrario a lo que debían haber hecho, son los responsables ineludiblemente de todo el mal que acarrea esta sociedad en desaparición.

Y mas todavía, los Caudillos que predominaron en el tiempo y que moldearon caracteres, conductas y acciones de sus congéneres en esta tierra de Duarte, tierra repleta de acontecimientos pletóricos de patriotismo y sacrificios por quienes nos formaron como Nación, a los que me refiero y que ostentan el merito de haber transgredido todas las normas jurídicas, institucionales, sociales y de la convivencia decente y ejemplarizadora, esos, esos son los medularmente responsables y culpables de todos los males que de manera conspicua afectan a esta sociedad victima de sus ambiciones desmedidas y corruptas.

A ellos, les tenemos que agradecer, los entuertos en que nos encontramos y la mala fama de que gozamos y las miserias que experimentamos; porque ellos y solamente ellos se lucraron del dolor de un pueblo, al que arrastraron por el derrotero en que hoy se encuentra. Si señores, analizando con honestidad veremos, que los a que me refiero, lo único que aportaron con su acciones deleznables, fue a dejar en la personalidad del dominicano, las peores taras de una herencia maldita que ha causado todas las vicisitudes que padecen hoy las grandes mayorías de los dominicanos.” Herencia de Los Tres Caudillos”.

Email:borda_usa@yahoo.com

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