martes, 20 de julio de 2010

Ciencia y filantropía

La humanidad en deuda con el Dr. Jonás Salk

Por: Joan castillo
El autor es un colaborador de Las Matas de Farfán

Provincia SJM: Recuerdo un día sentado en la cancha de básquetbol de mi pueblo natal Las Matas de Farfán, cuando una primita me preguntó “que es esa pequeña marca que tienes en el hombro derecho” a la cual le conteste, esa marca es la vacuna del polio; me la colocaron en el hospital cuando apenas tenía unos 9 años.

Aún recuerdo ese día, mi madre y mi padre nos llevaron a mis hermanos y a mí al hospital en una jornada de vacunación auspiciada por la organización mundial de la salud (OMS) en contra de la poliomielitis en el año 1988; lo recuerdo pues los jardines del hospital de Las Matas de Farfán parecía un día de clases en la escuela Damián David Ortiz, pues muchos de mis compañeritos de escuela se encontraban en el mismo lugar, algunos con la vacuna ya puesta y otros en fila esperando el pinchazo de la inyección; “suerte la mía que me toco una enfermera con manos de ángel, pues no sentí nada”.

Digamos que en esos 9 años antes de recibir la vacuna, yo y muchos que aún no teníamos la inyección nos salvamos de quedar paralíticos o haber muerto por esta terrible enfermedad, “que suerte tuvimos”, ya que miles de niños entre los 5 y 15 años no habían corrido con la misma suerte y se contagiaron antes que llegaran esas campañas de vacunación a nuestro país.

El hombre quien dedicó su vida a la investigación de dicho mal se llamó El DR. JONAS SALK, este investigador quien en sus inicios en la universidad de Nueva York pensó estudiar leyes pero gracias a su curiosidad y preocupación al ver la grave enfermedad que tenía el presidente de los Estados Unidos Franklin D. Roosevelt, quien sufrió un ataque de poliomielitis en 1921.

El Dr. Jonás Salk aceptó un nombramiento de la Escuela de Medicina de la Universidad de Pittsburgh. Al año siguiente, emprendió un proyecto creado por la Fundación Nacional para la Parálisis Infantil para determinar el número de tipos diferentes de virus de la poliomielitis.

El Dr. Jonas Salk, vislumbró una oportunidad para extender este proyecto hasta llegar a desarrollar una vacuna contra la polio, y, junto con las investigaciones que había llevado a cabo, se dedicó por completo a este trabajo durante los siguientes siete años, logrando crear una vacuna la cual salvaría miles de millones de niños en todas partes del mundo.

La grandeza del Dr. Jonas Salk no solo fue crear esta vacuna, la cual al ser patentada le traería una fortuna incalculable, sería uno de los hombres más ricos de ese entonces, es comparado a que hoy se creara una vacuna para el sida.

Su grandeza llegaría a una altura mayor en momentos en que se le preguntó cuánto costaría su patente, el derecho a tener esta vacuna y ser vendida al Estado y a otros países, el Dr. Salk contesto “Ni un centavo”, “Usted no le pone precio a un hijo”.

Como una muestra de desprendimiento y amor a los niños el Dr. Salk contestó que él no pondría precio a su vacuna y que su patente seria libre para que cualquier país la copiara y salvara sus niños.

Este es el legado que nos ha dejado el Dr. Salk quien solo estaba comprometido con la Humanidad. Gracias Dr. Salk Gracias!!!

de: Joan castillo
Joan@joancg.com

1 comentario:

  1. Muy buena historia un ejemplo de desintered muchos politicos dominicanos. Deberian aprender de este dr.

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