miércoles, 17 de junio de 2009

IV Tertulia en el patio del Doctor


“DIAGNOSTICO HISTORICO, ANTROPOLOGICO Y
ARQUEOLOGICO DE SAN JUAN DE LA MAGUANA”

Por: Sobieski De León
(Crónica)

Expositores: Antropólogos Clenis Tavárez Maria y Rafael Puello
Contertulios: Prof. Ney Sánchez, Carlos Vicente Castillo, Saladino
Figuereo, Salvinia Caminero, Doris Montes de Oca, Edwin Guzmán,
Tony Sánchez, Tulio César Montes de Oca, Rubén Zabala, Jorge Wa-
shington Prince.
Anfitrión: Sobieski De León.

Celebramos con un entusiasmo contagioso la IV Tertulia “El Patio
Del Doctor” con el tema “Diagnóstico Histórico, Antropológico y
Arqueológico de San Juan de la Maguana” tratado por los antropólo-
gos sancristobalenses Clenis Tavárez Maria y Rafael Puello, del Gru-
po indigenista Guabancex, Viento y Agua.

El encuentro se efectuó el viernes 5 de Junio a las 7:30 P.M. La tarde
anunciaba torvos nubarrones, presagio de lluvia como queriendo aguar
la fiesta cultural de amigos. Los primeros en llegar fueron los propios
expositores seguidos de los profesores históricos de San Juan Luís Ney
Sánchez y Carlos Vicente Castillo. Luego arribaron Tony y Salvinia.

En efecto, a las 7:15 de la noche empezó a llover indicio funesto por par-
te de la Naturaleza contra los contertulios. Desbaratamos el orden del “Pa-
tio” protegiendo todo de la lluvia. Resguardado en la sala de la casa de
habitación se inició una improvisada tertulia o pre-tertulia (la antropóloga
Clenis Tavárez, no se hizo para el silencio). De pronto estaban metidos en
el mundo indigenista.

San Juan de la Maguana es por doquier Caonabo, Anacaona, Corral de los
Indios, La Pared, Lemba, La Fiesta del Espíritu Santo de “El Batey”, reli--
giosidad popular, luases, “bacases”, “misterios”, “espíritus”, “montadera
del caballo” (una “fuerza” misteriosa que nos posee y “habla” a través de
nosotros).
A la media hora escampó y decidimos arreglar de nuevo “El Patio”. Serían
las 8:30 de la noche cuando iniciamos formalmente. Sin embargo el anfi-
trión aclaró que de hecho la tertulia tenía unos treinta minutos comenzada
y, de todas formas, dio una bienvenida fraterna a todos. Hubo a seguidas la autopresentación acostumbrada. Los expositores fueron al grano. Clenis Ta-
várez recapituló algo de lo dicho en la sala de la casa bajo la lluvia. Inició
con destreza su charla. Agotaría unos 20 minutos introduciendo el tema in--
tentando “provocar” al auditorio. Dijo que el nombre antiguo de San Juan
de la Maguana era “Maguana”, que significaba en lengua taína “Vega Pe--
queña” y que estaba allí porque esta ciudad era una de las provincias de la
isla con mayor riqueza antropológica y arqueológica. Mencionó a Barreras
(Azua) como el punto más antiguo de la Isla. Por allí llegaron a nuestra tierra
los aborígenes taínos y otras etnias. Para llegar hasta San Juan de la Magua-
na, era tan sólo un paso. El descubrimiento de “El Hombre de Seboruco”(•),
era una prueba indirecta de la misma antigüedad arqueológica que Azua, que
databa de unos 2,600 años Antes de Nuestra Era (a.n.e.). Aquellas gentes ha-
bían sido nómadas y vivían una época pre-cerámica. Ya el “Hombre de Sebo-
ruco” se hallaba en una etapa superior o cerámista (junto a él se había encon-
trado alguna cerámica, poca pero cerámica al fin). Sostuvo que en esta etapa
Colón no anduvo por nuestras tierras, pero Don Bartolomé Colón sí estuvo
por la zona de Azua, para agregar que “San Juan de la Maguana era una de
las provincias más importantes desde el punto de vista arqueológico e históri-
co antropológico.
Reveló que había venido visitando la provincia desde 1994; luego estuvo en
1996 y en 1997 por tercera vez en investigaciones específica. Pero esta mu-
jer ha estado innumerables veces de forma “no registrada”.y ha levantado u-
na red de testigos y entusiastas de la investigación indigenista.

Fue nombrando personajes y acontecimientos de nuestra Historia primige-
nia desconocidos algunos de ellos para los sanjuaneros allí presentes y aso-
ciando su importancia a motivos de investigación. “Caonabo era un hombre
de por acá, de San Juan de la Maguana”, dijo. Colón oye hablar de él y em-
pieza a buscarlo y relata cómo a partir del matrimonio con Anacaona se de-
dica a servir a estas tierras muy buenas y de posición geográfica muy impor-
tante mencionando que había quienes sostenían que en “El Corral de los In-
dios” hizo de los primeros areítos guerreros. Maguana, era el nombre del po-
blado (que no del cacicazgo que era “Baitoa”) y fue el dominio desde donde
enfrentó al Imperio Español hasta su captura en Jánico.

Causó mucha admiración y orgullo cuando la expositora reveló “que fue
Maguana el primer lugar de América en donde se libró la primera guerra
contra el Imperio Español, la Guerra de la Maguana y donde Colón hace
su primera matanza”. Esto causó muchos problemas a los indígenas. Instó a
los presentes a buscar “ese poblado” en San Juan donde se libró esa batalla
con los indios considerando esto de gran importancia arqueológica.

Mencionó otras “riquezas arqueológicas” como la “industria azucarera” del
Primer San Juan de América (el San Juan colonial de más de cinco siglos
de fundación y una de las ciudades más viejas de América). Recordó que se
ha encontrado ya el Ingenio de Joan (Juan) De León, en la sección de “La
Culata”, advirtiendo sobre dos intentos de destrucción de este patrimonio de
la humanidad de San Juan de la Maguana. En una ocasión se iba a realizar
un asentamiento alrededor del lugar y se logró impedir, y en el 2006 había
un plan de “agrandamiento de la cloaca” vecina a las ruinas del ingenio para
“darle trabajo a humildes desempleados que exigían algo que hacer”. Esto
denunciado por Sobieski De León e impedido gracias a los buenos oficios
individuales del ingeniero Julio Suero Marranzini, conocedor de ambos luga-
res y de la importancia de nuestro patrimonio colonial. El canal hacia este --
sanjuanero preocupado lo fueron Mariajóse Alvarez Gautier y Clenis Tavárez.

Para esta especialista un ingenio no es tan sólo “una casa” sino un complejo
de casas juntas: Una casa de herrería, una iglesia, un depósito de utensilios
y recipientes, viviendas para quienes trabajan en él, instalaciones para llevar
el azúcar a una vía de agua (que la había) en fin, un complejo habitacional.
(Nota del autor: El antropólogo Fernando Luna Calderón, descubridor de
“El Hombre de Seboruco” y quien realizara varias investigaciones en San
Juan de la Maguana, sostenía por instinto, que frente al Ingenio de Joan De
León debían estar las ruinas del San Juan de la Maguana colonial, bajo los
arrozales y campos sembrados de habichuelas).

Concluyó que San Juan de la Maguana tiene demasiado cosas a investigar,
invitando a los sanjuaneros a buscar todo tipo de fuentes orales posibles en-
tre los pobladores más viejos de la ciudad, recoger lo que les digan, para lue-
go constatar con la bibliografía de que disponemos e ir a buscar “esas cosas”.
Sólo así podríamos levantar una provincia tan rica arqueológicamente como
San Juan de la Maguana.

Por su parte el antropólogo e investigador Rafael Puello apoyó las palabras
de su compañera de exposición enriqueciendo aún más la “provocación” a
la investigación que ambos se habían propuesto con su charla. Expresó que
se limitaría a “planteamientos de estímulos” considerando que el recurso
histórico de San Juan era bastante interesante. Pero no sólo esto sino tam---
bién su tierra, su clima, sus productos, que permitía que su pueblo fuera más
habitable de lo que era. Insistió en su riqueza arqueológica y en los varios in-
genios de azúcar que tuvo, en el establecimiento de negros de diferentes et--
nias de Africa que luego se mezclarían con los españoles no sólo en lo bioló-
gico sino también en lo cultural dando un sincretismo de todos conocido.

Nos habló de un tipo de música, de un ritmo que nos es peculiar llamado La
Comarca que usó mucho Liborio Mateo en sus andanzas por las montañas,
y de la aparición precisamente en estas tierras del “liborismo” el movimien-
to mesiánico de Liborio.

Invitó a realizar un exámen con todas las variables de la Antropología y de
la Historia. Preguntarnos cuáles son nuestras necesidades para hacer un le--
vantamiento desde estos particulares puntos de vista, advirtiendo que prime-
ro que todo había que hacer un diagnóstico de lo que tenemos.

Especificó que para tal cosa esto no se podía hacer sólo sino con el aval de las
instituciones que existen para tal fin como el Museo del Hombre Dominicano,
la Secretaría de Cultura, la Secretaría de Educación, la Secretaría de Medio
Ambiente, la Gobernación y el Ayuntamiento locales y otras.

Para Puello, todas estas instituciones tienen que integrarse en la cultura, que
por definición lo abarca todo. Por tanto estas instituciones debían ver cuáles
son las necesidades para salvaguardar los patrimonios. Puso de ejemplo que
ha visto cómo en San Juan de la Maguana se defiende a rajatabla “El Corral
de los Indios”, pero no porque las instituciones se hayan preocupado sino --
que quienes defienden este patrimonio han sido siempre personas particula-
res.
Concluyó que era una necesidad obligar a las autoridades e instituciones a
realizar estos diagnósticos. Después de ambas exposiciones la tertulia propi-
ció un espacio de turno libre que fue muy esperado y participativo. Hubo
quienes se entusiasmaron tanto que bien hubieran querido ofrecer otra char-
la sobre indigenismo local. Pero todos debían participar o una gran parte de
los presentes y empezaron a llover preguntas, comentarios y testimonios so-
bre lugares de importancia arqueológica como la otra “Pared” de la época
colonial encontrada en un taller de mecánica junto al Liceo Pedro Henríquez
Ureña, mismo donde un grupo de sanjuaneros ubican la antigua ciudad en el
actual barrio de Manoguayabo.

El profesor Ney Sánchez aportó el dato de una posible “plaza” indígena en
la sección El Batey. A propósito, los antropólogos habían expresado que en
taíno “batey” significa “plaza”. El profesor Ney se prestó para preparar una
excursión al lugar con fines de investigación.

La IV Tertulia recogió la inquietud de Clenis Tavárez de que en la lista de
los expedicionarios del 14 de Junio había un sanjuanero de apellido Ogando
llamando a los interesados a recabar informaciones al respecto para incluírlo
en la conmemoración este 14 de Junio del 50 aniversario de la invasión con-
tra la tiranía trujillista.

¿Era el Corral de los Indios el centro de la isla? Fue ésta otra de las interro-
gantes magistralmente respondida por la investigadora. Por otra parte algu-
nos de los contertulios criticaron el levantamiento de una estatua al cacique
Caonabo a la entrada de la ciudad aduciendo “que no se ajustaba a lo que co-
nocíamos sobre Caonabo”, agregaron que más bien “se parecía al Enriquillo
que siempre nos mostraron en la Escuela Francisco Sánchez del Rosario ---
donde todavía se exhibe una estatua gigante de este otro cacique.

Otros lamentaron el “historicidio” de La Casa de Lilís, donde vivió Juana O-
gando que fue asiento de la elaboración de varios decretos del restaurador y
luego déspota dominicano de finales del siglo XIX Ulises Heureaux, para
poner una insulsa e infuncional “Escuela de Informática”. Otros atropellos
culturales nombrados fueron la “modernización pictórica” del San Juan Bau-
tista de la Casa Curial, la destrucción de un mural valioso en el Comedor del
Hotel Maguana atribuído por algunos a Vela Zanetti y que el profesor Ney --
Sánchez ubica como del pintor Radhamés de la Cruz. Por último el muralici-
dio del Mural de Moisés, en la pared Sur de la Iglesia Evangélica Dominica-
na de la calle Capotillo a esquina Dr. Cabral, pintado por el renombrado pin-
tor chicano Emmanuel, alumno de uno de los tres muralistas más famosos de
Méjico y del mundo: el muralista Murillo, ejecutado por un pastor insensible
y analfabeta de la misma iglesia.

El interés demostrado por aquellos temas indigenistas e históricos resumió en
un solo contertulio aquella noche: Rubén Zabala quien dijo limitaría su parti--
cipación a unas cuantas preguntas. Pero fue una ráfaga de interrogantes, todas
interesantes, lo que salía de su cerebro en la inquieta articulación de sus pala-
bras. La noche no bastaba para tanto y los antropólogos se limitaron a tres: La
Primera Batalla de los españoles en América y tierra sanjuanera, la de los Inge-
nios de Azúcar del San Juan colonial, reputada como la mejor del mundo y la
Fiesta del Espíritu Santo en El Batey. Noche de aprendizaje y de cultura sin lu-
gar a dudas.

(•) El Hombre de Seboruco fue descubierto en el Complejo de Cuevas de
Seboruco, San Juan de la Maguana, en el mes de marzo de 1996 por los
antropólogos Fernando Luna Calderón y Clenis Tavárez, en compañía de
Pablo Ventura, obrero al servicio del Museo del Hombre Dominicano y el
cirujano sanjuanero Sobieski De León Lazala.
.
( Para Revista Racimos de Uva Digital, Sobieski De León, “Crónica de la IV
Tertulia “El Patio Del Doctor”: “Diagnóstico Histórico, Antropológico y Ar-
queológico de San Juan de la Maguana”: Clenis Tavárez y Rafael Puello;
viernes 5 de Junio, 2009, San Juan de la Maguana).

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